Juan Sebastián Chamorro cuenta los momentos difíciles que vivió en El Chipote
Juan Sebastián Chamorro, opositor desterrado de Nicaragua, relató las constantes violaciones a sus derechos humanos cuando el régimen de Daniel Ortega lo convirtió en preso político.
Chamorro era precandidato presidencial cuando fue llevado a la cárcel la noche del 08 de junio de 2021. Su familia no lo vio en los siguiente tres meses, tampoco un abogado, ni siquiera los demás presos políticos.
En el destierro, pero más activo que nunca, prepara un libro sobre su encarcelamiento político en NicaraguaNicaragua, la publicación tiene dos objetivos.
"Mi primer objetivo es traer la memoria, algo que es extremadamente importante en la lucha por los derechos humanos. Esas palabras escritas pueden usarse como prueba de violación de derechos en el sistema judicial internacional para llevar a los perpetradores ante la justicia”, dice Chamorro.
El segundo objetivo, tiene el fin de contarle a las generaciones sobre el nacimiento de la dictadura sandinista.
“Hablaré más sobre cómo surgió esta dictadura. Cómo Daniel OrtegaDaniel Ortega, después de perder las elecciones presidenciales en 1990, recuperó el poder y se convirtió en dictador en 2006. Así que mi historia personal será paralela a la historia del país”, comenta.
Además de hablar de su libro, Juan Sebastián ChamorroJuan Sebastián Chamorro habla de sus vivencias en la cárcel, como cuando un interrogador le confesó que era enviado por Ortega.
“Deberías sentirte afortunado porque el comandante nos ha ordenado que no te golpeemos me dijo. “Bueno, es una linda confesión que admitas que antes estabas venciendo a los otros muchachos”, le respondió.
Sobre su tiempo en presidio cuenta que “la cárcel en general es muy ruidosa, pero esta cárcel en particular durante los dos años estuvo extremadamente silenciosa, porque había un oficial en el pasillo que nos impedía hablar entre nosotros”, narró Chamorro, quien agregó que los reos de conciencia desarrollaron un lenguaje de señas para comunicarse.
“Incluso los delincuentes en el sistema penitenciario tienen derecho a tener material para leer. Pero nunca se nos permitió tener algo que leer o escribir. Ni siquiera Nelson Mandela tenía eso. Fue un momento muy difícil”, compartió el líder opositor.
Mientras tanto, su esposa Victoria Cárdenas, abandonó el país para convertirse en una activista por la liberación de los presos políticos y su hija, ciudadana estadounidense, comenzó la universidad en Notre Dame, donde también había asistido el padre de Chamorro.
“Las visitas esporádicas comenzaron después de los primeros tres meses. A principios de 2022, se llevaron a cabo una serie de juicios falsos para condenar a los presos por diversos delitos”, se lee en un relato de Juan Sebastian Chamorro, quien fue condenado a 13 años de prisión por traición y se le prohibió postularse para un cargo público.
A finales del 2022 Chamorro empezó a notar cambios dentro del penal “Después de haber perdido más de 30 libras, de repente le permitieron llevarle comida a los visitantes, que podían venir con más regularidad. Los presos comieron vorazmente, sospechando que Ortega quería que parecieran más saludables ante los medios. Se les permitió rezar el Rosario”, se cuenta en el testimonio.
El 8 de febrero, Chamorro relata que un policía se presentó en su celda y lo llevó a una celda más grande con otros. Después lo subieron en uno de los tres autobuses con las ventanas cubiertas con mantas.
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“Fuimos hasta este camino que lleva a dos lugares: uno es el aeropuerto internacional, y el segundo como a 10 millas más allá está la Cárcel Modelo”, dijo Chamorro, quien asegura “exhaló un suspiro de alivio cuando el autobús giró hacia la pista.
Un oficial de policía anunció que los 222 prisioneros firmarían un documento aceptando ser exiliados a los Estados Unidos. Todos estuvieron de acuerdo menos uno, el obispo Rolando Álvarez , que fue entonces condenado a 26 años de prisión.