Dora Maria Tellez: “Después de la CSJ seguirá el Ejercito”
Nicaragua se encuentra en medio de una de las crisis políticas más profundas y preocupantes de su historia reciente. La dictadura sandinista, liderada por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, ha dado un paso sorprendente que ha dejado perplejos a propios y extraños: la toma policial de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua. Estas acciones han sacado a la luz las tensiones y desequilibrios en el corazón del régimen, dejando a la nación preguntándose qué es lo que realmente está ocurriendo en el país.
En medio de esta crisis, Dora María Téllez, una figura emblemática en Nicaragua, ha hablado en exclusiva con 100% Noticias para arrojar luz sobre la situación.
Téllez, ex presa política y ex guerrillera, ve en estos acontecimientos un claro indicio de que la dictadura está comenzando a desmoronarse desde adentro.
Un Golpe de Estado a la Vista de Todos
La toma policial de la Corte Suprema de Justicia ha dejado a todos atónitos. En cualquier otro país, una intervención militar en una institución judicial sería calificada sin lugar a dudas como un "golpe de estado".
Sin embargo, en Nicaragua, donde la dictadura de Ortega y Murillo ha gobernado de manera autoritaria durante años, parece ser simplemente un paso más en una serie de abusos del poder.
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Dora María Téllez subraya que estos acontecimientos evidencian un régimen sin escrúpulos que ha abandonado toda pretensión de respetar la democracia y la separación de poderes.
La invasión policial en el sistema judicial ha creado un ambiente de miedo y terror entre los trabajadores y funcionarios judiciales, quienes están siendo despedidos arbitrariamente, amenazados, espiados y encarcelados sin derecho a un juicio justo o a un debido proceso. En Nicaragua, la justicia ha sido socavada sistemáticamente, y las detenciones arbitrarias son moneda corriente.
"Ahora han quedado completamente descarados con esta invasión policial en el sistema judicial", precisó Téllez.
La Purga Continuada y la Paranoia del Régimen
Este no es un evento aislado, sino una continuación de la purga que comenzó con la destitución de altos mandos de la policía sandinista. Incluso aquellos que eran incondicionales al régimen, los mismos que lideraron la represión y la violencia en las calles, han sido despedidos sin contemplaciones. El régimen de Ortega y Murillo parece no confiar en nadie y actúa desde una posición de paranoia y miedo, ya que no ha logrado controlar la creciente oposición del pueblo nicaragüense.
Hija de Carlos Fonseca: Caso emblemático en Nicaragua
Uno de los casos que ha llamado la atención en medio de la crisis en Nicaragua es el de Tania Fonseca, hija del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Fonseca Amador.
Dora María Téllez, la ex presa política y ex guerrillera, se refirió a este asunto de manera elocuente en sus declaraciones a 100% Noticias.
"Un ejemplo claro es el caso de Tania Fonseca, a quien se le canceló la personería jurídica de su clínica. Aquí está el ejemplo de una persona que no era incondicional de los Ortega-Murillo, ni tampoco hacía vida política, solo se dedicaba a su trabajo como médica. Contra ella se han lanzado. Creo que esta es una seguidilla de la guerra que habían tenido contra Carlos Fonseca hijo después de que este se atrevió a criticar a la familia Ortega-Murillo y al régimen autoritario que tienen dentro del FSLN", aseguró Téllez.
El caso de Tania Fonseca ejemplifica la brutalidad de las purgas llevadas a cabo por el régimen de Ortega y Murillo, que no dudan en atacar incluso a aquellos que no son incondicionales del régimen pero se atreven a cuestionar su autoridad, opina Téllez.
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La cancelación de la personería jurídica de la clínica de Tania Fonseca es un claro mensaje a la sociedad nicaragüense de que "nadie está a salvo de la represión del régimen", incluso si tienen lazos históricos con el sandinismo.
Este caso pone de manifiesto la creciente polarización en Nicaragua y la brutalidad con la que el régimen Ortega-Murillo trata a aquellos que se atreven a disentir. La represión se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad, y la población nicaragüense enfrenta un clima de miedo y persecución.
Desmantelamiento del Poder Judicial: Terremoto en Nicaragua
El desalojo de las magistradas Alba Luz Ramos y Yadira Centeno, junto con el despido de casi 100 trabajadores y encarcelamiento de decenas en el Chipote, desencadenó un cisma en el poder judicial de Nicaragua.
Lo sorprendente de estos despidos es que los oficiales de la policía nacional, vestidos de civil, están entregando cartas de despido a los empleados judiciales.
La situación es caótica, con trabajadores siendo llamados por la noche para ser despedidos, y la policía llegando a sus casas para buscar a quienes no se presentan a la cita. Esta cacería es generalizada y afecta a todos los niveles del sistema judicial. Además, se están revisando los teléfonos de los empleados, lo que agrava aún más el clima de represión.
Un Futuro Incierto
La exguerrillera reiteró que "no hay incondicionales garantizados, no hay ndie que tenga garantía absoluta ante los designios de los Ortega" y "sufren por igual" incondicionales y los no condicionales.
"La gran pregunta es ¿qué sigue", porque estaba pendiene el Ejército, puede que siga el Ejército, el sistema electoral, puede que siga el sistema electoral porque las purgas son la evidencia que la familia Ortega Murillo no confía en nadie" manifestó Téllez.
Esta persecución y purgas internas evidencian que la familia dictadora "está en una situación de paranoia completa, de miedo, de terror, a pesar de todo el terror que han instalado no han podido controlar la cabeza de los nicaragüenses".
Ejército en la lista de purgas
La advertencia de Dora María Téllez de que el ejército podría ser el próximo objetivo en la lista de las purgas del régimen sandinista es una señal preocupante de la intensificación de la represión en Nicaragua.
"Estas purgas son siempre las señales del final de la dictadura, cuando comienzan a comerse así mismo. Lo que estamos viendo es en parte eso", analizó Téllez.
¿Por qué el ejército estaría en la mira del régimen de Ortega y Murillo?.
Para entender esta preocupación, es necesario analizar varios factores clave que contribuyen a esta posibilidad, expresó un politólogo bajo anonimato.
1. Control Absoluto del Poder: El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha demostrado una sed de control absoluto sobre todas las instituciones y poderes del Estado. Han intervenido y debilitado sistemáticamente la independencia de los poderes judiciales y legislativos. La siguiente pieza en el rompecabezas podría ser el ejército, una institución con un historial de influencia y poder en la política nicaragüense.
2. Historial de Abusos: El ejército nicaragüense, a lo largo de su historia, ha sido un actor político de gran peso. Sin embargo, bajo el régimen de Ortega, el ejército ha sido objeto de críticas debido a su papel en la represión de protestas y disturbios, así como en la consolidación del poder del presidente. Esta relación entre el régimen y el ejército podría estar en una encrucijada.
3. Descontento Interno: La purga continua en las instituciones podría deberse a la desconfianza del régimen en aquellos que históricamente han sido leales a ellos. Esta desconfianza también podría extenderse al ejército, ya que Ortega y Murillo podrían temer que ciertos sectores de la fuerza armada podrían volverse desleales o podrían desafiar su autoridad.
4. Desafíos Internos y Externos: La crisis política en Nicaragua ha generado descontento interno y ha llevado a la condena internacional. El régimen podría considerar que consolidar aún más su control sobre el ejército es una estrategia para enfrentar posibles desafíos y mantener el control del país.
5. Modelo de Régimen Autoritario: La consolidación del poder en una sola familia, como es el caso de Ortega y Murillo, es característica de regímenes autoritarios que buscan perpetuarse en el poder. Dora María Téllez sugiere que el régimen está actuando desde una posición de paranoia y miedo, lo que podría impulsarlos a expandir su control a otras instituciones clave como el ejército.
No se descarta que Rosario Murillo este agilizando su control personal sobre todo el aparato estatal de cara una salida del Daniel Ortega del escenario politico de Nicaragua. Mientras tanto la cacería de la bruja continua sin misericordia y sin cuartel.