Daniel Ortega tilda de "vergüenza" y declara "traidor de la patria" a su hermano Humberto
Daniel Ortega reapareció nuevamente esta semana, para cobrarle facturas nuevas con hechos viejos, a su hermano Humberto Ortega, quien está bajo casa por cárcel. Ortega tildó de "vergüenza" y de cometer "traición al pueblo y la patria", a su hermano, porque siendo jefe del Ejército, en el período de 1990 con el gobierno de Violeta Chamorro, otorgó la Medalla Camilo Ortega al delegado militar de Estados Unidos en Nicaragua.
Acusó a su hermano de tener "buena relación" con el ministro de defensa nombrado por Violeta Chamorro, que era "enemigo del mismo ejército" y el jefe del ejército, en ese entonces, cometió el sacrilegio de entregarle esa orden...la medalla al valor Camilo Ortega Saavedra al yanqui, que vergüenza, que vergüenza, fue una traición al pueblo a la patria, y lógicamente que eso despertó mucho malestar. mucha protesta, mucho rechazo" señaló Ortega a su hermano.
Ortega anuló, en un decreto, la condecoración al delegado militar estadounidense, otorgada por su hermano Humberto.
Ortega leyó el decreto y contó, lo que considera "acción de traición vendepatria", sin mencionar el nombre de su hermano Humberto, solo decía "entonces jefe del Ejército de Nicaragua".
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Durante la lectura del decreto, Ortega ocupó la memoria de su hermano Camilo, para atacar a su hermano Humberto.
"En representación pueblo presidente…reiteramos invalidar esa entrega, para borrar la afrenta que se cometió contra un héroe de la revolución sandinista…"El héroe Camilo Ortega Saavedra fue inmolado junto a otros combatientes revolucionados mientras combatía con el pueblo indígena Monimbó", dijo el dictador, al leer el decreto.
Ortega menciona la palabra inmolar, luego que u viejo compañero de armas, de Humberto Ortega, que pidió el anonimato, dijo a 100% Noticias que “el general está muy enfermo y sabe que le queda poco tiempo. Por esa razón “no le importa morir, porque quiere tratar de que su muerte tenga algún significado…Quiere inmolarse", afirmó.
"El abuso que se cometió contra Camilo, combatiente heroico, ejemplar, y como se mansillo, y hoy ha sido reivindicado para le honor y la gloria que es lo que merecen nuestros hermanos luchadores y vencedores", aseguró, tras el acto, Rosario Murillo, quien nunca se llevó bien con su cuñado Humberto.
Ortega arremtió contra su hermano, durante la conmemoración del 45 aniversario del inicio de la ofensiva final. Ortega repitió el canto que sonaba en esa época "luchar, luchar, luchar es nuestro grito de guerra".
Vale destacar que el estratega de esa ofensiva, fue Humberto Ortega, a quien ahora su propio hermano lo declara traidor a la patria.
Dice Ortega que Rosario Murillo se opuso
Ortega aseguró que esa orden entregada al "yanqui invasor" despertó en su momento la molestia y rechazo por parte de los sandinistas, entre los que mencionó un escrito de su esposa, Rosario Murillo.
"Ya desde entonces el (entonces) jefe del Ejército tenía entregada su alma al diablo", lanzó Ortega, que promulgó un decreto presidencial en el que ordenó "anular, invalidar y retirar esa infamia, esa condecoración a un militar yanqui".
Ortega, que no explicó por qué hasta ahora anulaba esa orden, dijo que entregar una medalla a un militar estadounidense es un "acto de deshonra nacional", una "acción vendepatria", "un acto de entreguismo y de traición a la patria".
Con ese decreto, dijo, "hoy se limpia esa mancha humillante" y se borra esa "afrenta" de su hermano, a quien le mantienen retenidos los teléfonos celulares y computadores luego de que cuestionara la sucesión "dictactorial" del mandatario.
Lo que dijo el general
El martes de la semana pasada, las autoridades nicaragüenses informaron que han valorado el estado de salud de Humberto Ortega, luego de que afirmara al medio argentino Infobae que el poder "dictatorial" del mandatario no tiene sucesores dentro de su familia ni el sandinismo, y que tras su muerte debe haber elecciones.
En la entrevista a Infobae, publicada el 19 de mayo, el general en retiro consideró que su hermano mayor, que se encuentra en el poder en Nicaragua desde 2007, no tiene sucesores adecuados, incluido su esposa y sus hijos, y que ante una eventual ausencia o muerte quedará un gran vacío de poder.
La afirmación del general "es una ofensa y un desafío personal" para Murillo, quien "se ha prestado desde hace años como la otra gobernante de Nicaragua y como la sucesora de Daniel Ortega en el poder", valoró la legendaria guerrillera sandinista disidente Dora María Téllez.
Afirmar que el poder "dictatorial" del mandatario "no tiene sucesores" dentro de su familia y el sandinismo y que tras su muerte deberá haber elecciones, es un planteamiento "mortífero” para Murillo, opinó a su vez la antigua guerrillera sandinista disidente Mónica Baltodano.