Acusan a 8 integrantes del grupo "La Comuna" de Carlos Fonseca Terán, quien no figura entre acusados
El régimen de Daniel Ortega acusó a 8 militantes sandinistas que integraban el grupo de Whatsapp “La Comuna” liderado por Carlos Fonseca Terán, hijo del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, quien se encuentra en casa por cárcel desde el pasado 26 de julio.
En un comunicado, el Ministerio Público de Nicaragua informó que como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía Nacional, fueron detenidos ocho sandinistas, señalados por el supuesto delito de por ser coautores del delito de ROBO a la población nicaragüense, en la modalidad de los delitos de Fraude, Malversación de Caudales Públicos y Tercero Beneficiado.
Los acusados son Gustavo Antonio Zapata; Alejandro José Taleno Rueda; Ernesto Rafael Paredes Pérez; Cristian Eduardo Bermúdez Roque; José Antonio Bermúdez Sobalvarro; Isaías Alejandro Bonilla Chamorro, Frank Eduardo Matus Rodríguez, y Rigoberto José Ramos.
La fiscalía imputa los delitos de ser coautores del delito de "ROBO a la población nicaragüense, en la modalidad de los delitos de Fraude, Malversación de Caudales Públicos y Tercero Beneficiado, previstos y sancionados en los artículos 452, 454 y 459 del Código Penal".
Además, se informó que realizó una audiencia de presentación de la acusación en la que el Ministerio Público aportó los elementos de prueba suficientes e idóneos, para que el Judicial admitiera la acusación.
La audiencia inicial fue convocada para el 11 de septiembre del año en curso. El judicial ordenó la prisión preventiva de todos los coacusados.
“Las evidencias probatorias recopiladas, revelaron que los coacusados, aprovechándose de sus cargos en entidades públicas, se apropiaron de fondos del erario de la Nación, destinados al otorgamiento de créditos a productores, emprendedores, dueños de pequeños negocios del sector urbano y rural, que estaban dirigidos a mejorar la calidad y competitividad de sus productos”, señala el documento.
Agrega “Para concretar sus propósitos, los coacusados idearon un entramado delictivo, en el que cada uno, de acuerdo a las funciones que ejercían, recurrieron a información confidencial de los solicitantes de créditos, para hacer creer a estos, que les estarían financiando su empredurismo; cuando en realidad, los desembolsos eran para familiares y amigos cercanos de estos coacusados”.