Así fue como Guatemala aceptó recibir a 135 nicaragüenses excarcelados
El canciller guatemalteco, Carlos Ramiro Martínez, reveló en una entrevista con El País que su gobierno fue informado apenas diez días antes de la liberación de los 135 presos políticos nicaragüenses sobre las negociaciones entre Estados Unidos y Nicaragua.
El diplomático explicó la logística de esta operación exitosa, detallando cómo el gobierno estadounidense solicitó a Guatemala acoger a estos ciudadanos y cómo su país respondió de manera inmediata y positiva a esta petición humanitaria comprendiendo la situación.
“Nosotros hace ocho o diez días fuimos contactados por la Embajada de los Estados Unidos en Guatemala, incluso solicitaron una reunión con carácter especial para que el presidente los recibiera. Lo que hicieron ahí fue explicarnos los antecedentes de esa negociación, la necesidad que tenían de buscar un país que bajo ciertas circunstancias de apertura, un país presto acoger a estos ciudadanos nicaragüenses, se ofreciera como tal”, reveló el funcionario a El País.
“No dudo que en el camino habrán surgido otros países, pero el país que fue aceptado fue Guatemala y es parte de ese proceso de negociación”, dijo el funcionario.
Según el diplomático la reunión fue encabezada por el secretario estadounidense Antony Blinken y el presidente Arévalo por considerarse un tema de interés fundamental para Estados Unidos.
Añadió que la operación involucró una coordinación estrecha con agencias internacionales como ACNUR, OIM y UNICEF, especialmente para atender las necesidades de los menores de edad. Extraoficialmente se supo que hay dos menores en el listado que ni Guatemala ni Estados Unidos ni Nicaragua han revelado.
El canciller explicó: “Ellos tienen la posibilidad de ir a terceros países e incluso, si lo desean, pueden quedarse en Guatemala”.
Mantienen nacionalidad
Sin embargo, surge una particularidad respecto a la nacionalidad de los exiliados. A diferencia de la ocasión anterior, cuando Nicaragua publicó las listas de los nombres y retiró la nacionalidad a los presos liberados, en este caso no hay información oficial al respecto. “Ellos mantienen su nacionalidad y evidentemente hay que documentarlos”, afirmó el canciller.
“A mí particularmente me apena esta situación, porque sí creo en el derecho de las familias a conocer si sus parientes están o no liberados”, reconoció.