DESPACHO 505: Las medidas que tres economistas recomienda al régimen
Nicaragua es uno de los casos atípicos de América Latina en el manejo de la pandemia de Covid-19. No ha cerrado fronteras ni suspendido actividades económicas, oficialmente, aunque los empresarios han tomado sus propias medidas ante la negligencia con la que actúa el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Una parte de los ciudadanos han asistido a una cuarentena autoconvocada desistiendo de ir visitar comercios, restaurantes y mercados populares.
La dictadura no ha definido un protocolo sanitario claro para atender la crisis sanitaria, tampoco las directrices económicas para salir al rescate de una economía que en 2019 cerró su segundo año consecutivo en negativo (-3.9, según el Banco Central de Nicaragua). El turismo, que esperaba recuperarse en 2020, fue el primer sector en anunciar los efectos que tendría en pequeños y medianos empresario, que lograron subsistir a la crisis de 2018.
El impacto de la pandemia en Estados Unidos, España, Costa Rica y Panamá afectará el flujo de remesas que llegaba a Nicaragua, por lo que pone en aprietos a miles de hogares que subsisten de sus familiares en el exterior. Los ciudadanos que trabajan en el mercado informal también verán sus ingresos reducidos, por lo que la pobreza se profundizará más. A pesar de eso, el Estado se muestra ausente ante la crisis sanitaria y deja al desamparo a los nicaragüenses.
https://www.despacho505.com/ planteó tres preguntas a Mario Arana, y economista presidente del BCN; Luis Murillo, economista y académico de la Universidad Centroamericana (UCA), y a un técnico de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). Estas fueron sus respuestas sobre las medidas que debe tomar la dictadura.
¿Se debe exponer a la población al coronavirus para proteger la economía?
No se trata de que exista un dilema entre la economía y la salud. Ambas están íntimamente relacionadas, y se tienen que gestionar bajo una sola lógica: salvar vidas, para también salvar la economía. La forma de lidiar con la rapidez y magnitud del contagio requiere distanciamiento social, y por ende una cuarentena económica, en el sentido que solo actividades estratégicas deberían quedar operando por unas semanas.
La forma de evitar altos costos económicos y de vidas es si el distanciamiento social se hace severo por poco tiempo, en vez de poco severo por más tiempo, porque igual se tendrá que hacer si querés contener el virus. Esto trae consecuencias económicas en el corto plazo, pues se afecta la oferta y la demanda de bienes y servicios.
¿Qué medidas económicas se deben tomar de inmediato?
Dada la polarización del país, no ha sido posible conciliar visiones entre actores claves, Estado, sector privado y sociedad civil en general. La economía ha entrado en una desaceleración porque los negocios y la población han tomado medidas de distanciamiento social, y esto la está afectando. Es algo que el Estado ya no puede cambiar.
Debería de buscarse como darle respiro tanto a los negocios que son responsables de los empleos, como a las familias que luego al consumir mantendrán el estímulo sobre la actividad económica. Se pueden suspender pagos de servicios públicos, de créditos y reducir la presión fiscal por los próximos tres meses. Se debe ver si se pueden dar mayores transferencias directas a los más pobres.
En teoría, debés inyectar fondos de regreso a la economía en demanda de consumo e inversión, al equivalente a lo que se ha caído la producción, para neutralizar el impacto de la pandemia y sus consecuencias económicas. La banca puede alargar los plazos de los créditos, pero no lo puede hacer sin el respaldo oficial.
¿Cuáles son las prioridades?
La vida de la gente es la prioridad. Evitar el contagio masivo y que se rebase el sistema de salud. Pero, velar por la continuidad de las empresas también es prioritario.
Leer más: Ortega lleva a Nicaragua a un tercer año de recesión
¿Se debe exponer a la población al coronavirus para proteger la economía?
Es deber de todo Estado proteger el bien más preciado de la humanidad “la vida del ser humano en general y de los ciudadanos o súbditos en particular”, por tal razón si a nivel internacional ya está declarada la pandemia, los estados deben de tomar las medidas correspondientes para evitar el contagio y evitar a toda costa, pérdida de vidas humanas, es por ello que su las autoridades competentes como el caso de Nicaragua no acatan las medidas de la OPS y OMS están cometiendo un delito de lesa humanidad por omisión a su deber.
Es difícil anteponer la economía a otras áreas como la salud, derechos políticos entre otras. Esto dependerá de la estructura productiva de los países. En el caso de Nicaragua, en el que los sectores reales (agricultura, pesca, zona franca, industria) y la elevada informalidad (más del 80%) requieren de la presencia física de las personas, es complicado declarar y hacer cumplir una cuarentena a través de toque de queda, por lo que se debe de tener un buen sistema de salud y otro de comunicación para que la población acate las medidas correspondientes.
¿Qué medidas económicas se deben tomar de inmediato?
Una ley de reforma al Presupuesto General de la República (PGR) que destine al menos el 1% para reforzar el sistema de salud pública; una ley que baje los impuestos indirectos, por ejemplo el IVA del 15% al 10%, mientras dure la emergencia; una ley moratoria de créditos hipotecarios y tarjetas de crédito de por lo menos tres meses y bajar los intereses de los mismos; buscar los fondos de ayuda humanitaria para enfrentar esta segunda crisis; hacer cumplir la ley contra el agiotismo concentrándose en bienes de canasta básica y de higiene personal; y no seguir llamando a la población a que asista normalmente a ferias y balnearios.
¿Cuáles son las prioridades?
Preservar el bien más preciado que es la vida humana ygarantizar un ingreso mínimo a las personas para que puedan tener por lo menos la alimentación básica de sus familias; evitar la especulación de productos básicos y de limpieza y que el gobierno cumpla con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a fin de que pueda buscar fondos de organismos internacionales humanitarios.
Leer más: Migrantes y el impacto de la pandemia COVID-19 en las remesas
¿Se debe exponer a la población al coronavirus para proteger la economía?
La salud de los nicaragüenses debe ser la prioridad. No obstante, el Gobierno argumenta que como aún no estamos en la fase de contagios comunitarios no es necesario establecer medidas de cancelación de eventos o clases. Bajo esta lógica, continúa convocando y organizando actividades donde hay aglomeración, lo cual puede ser un riesgo, aunque todavía no se hable de contagios comunitarios.
En realidad, proteger la economía implica controlar la propagación del virus. La crisis que se derive alrededor del Covid-19 es antes que nada una crisis de salud pública, y por lo tanto su manejo implica poder controlar los contagios. Si esto no se logra, ninguna medida económica que se tome logrará la reactivación de la economía en el corto plazo. Nicaragua, al posponer la toma de medidas más estrictas, ha perdido tiempo valioso para contener los contagios y las muertes que pueden derivarse del virus.
Por ejemplo, en una de estas actividades podría participar una persona que ha venido recientemente del extranjero, que pudo contraer el virus, pero aún no manifiesta síntomas o son muy leves. Las aglomeraciones incrementan el riesgo de contagio entre los asistentes a la actividad, así como a otros grupos. Se ha visto en los demás países del mundo que la curva de contagios crece exponencialmente, y eso ha conllevado a la saturación de sistemas de salud y la pérdida de vidas humanas, principalmente personas con padecimientos previos.
¿Qué medidas económicas se deben tomar de inmediato?
Partiendo de la experiencia de otros países, como Ecuador, es urgente que el Gobierno inicie a implementar medidas más contundentes entre ellas las de distanciamiento social, y reasignar sus recursos económicos hacia la detección masiva de casos, con su correspondiente aislamiento obligatorio. Las medidas de distanciamiento social, como sería una cuarentena, conlleva sin duda afectaciones a los ingresos de los nicaragüenses.
Muchos nicaragüenses dependen de sus ingresos diarios para cubrir los gastos de alimentación de sus familias, y el aislamiento les pone en una situación de vulnerabilidad a caer en pobreza. Este riesgo puede mitigarse si se aplican una serie de políticas económicas destinadas a proteger los ingresos de las personas que viven en situación de pobreza y en riesgo de caer en pobreza, durante este período de distanciamiento social. Para ello, es crucial la intervención del Gobierno.
Estas políticas buscarían cómo aumentar los ingresos netos de los sectores más vulnerables durante una cuarentena, por ejemplo a través de transferencias (en especies o en efectivo) focalizadas a los más empobrecidos, moratorias en los pagos de servicios básicos como agua, luz, teléfono, e incluso de pagos de crédito (sin desmejorar en la calificación crediticia), diferimiento en los pagos de la Seguridad Social, disponibilidad de fondos crediticios con garantías públicas para empresas del sector privado (condicionales al mantenimiento del empleo), diferimiento de pagos de impuestos.
Estas son algunas de las medidas que podrían considerarse para tratar de proteger el empleo y el ingreso de los hogares nicaragüenses. Estas ya se están utilizando en una gran diversidad de países, lo que les está permitiendo a los hogares y empresas de eso subsistir en tiempo de distanciamiento social.