Alianza Universitaria Nicaragüense AUN lanza campaña “Esperanza sin fronteras”

La Alianza Universitaria Nicaragüense, AUN, anunció el lanzamiento de la campaña “Esperanza sin fronteras” que tiene como finalidad dar a conocer la migración nicaragüense que está siendo encabezada por jóvenes.

La migración conlleva grandes desafíos entre los que figuran la desunión familiar, rutas peligrosas y quienes son empujados a emprender un camino incierto abrazan el deseo y la esperanza de volver al país precisamente para mejorar las condiciones de sus seres queridos.

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“Mientras huyen de las duras condiciones sociopolíticas y económicas del país, producto de la negligente gestión del estado nicaragüense, los jóvenes guardan la esperanza de poder un regresar un día a la tierra que los vio nacer; la esperanza de que ese día las condiciones sean mejores; la esperanza de sembrar esa semilla que quieren ver crecer y florecer en Nicaragua”, señala el comunicado de AUN.

Agrega el texto que quienes se ven forzados a abandonar Nicaragua, buscan desde el extranjero cómo transformar su entorno al tiempo que intentan desafiar los obstáculos para convertir su esperanza en una vida digna con metas y sueños cumplidos.

¿Por qué migran los nicaragüenses?

Según un estudio sobre el bienestar, elaborado por el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam), un espacio de pensamiento integrado por investigadores centroamericanos de distintas disciplinas identificó las principales motivaciones de los ciudadanos para abandonar Nicaragua.

Entre los hallazgos sobresalen la crisis sociopolítica que se originó en 2018 y la situación económica que pasó de una economía en crecimiento a una en recesión, asimismo destacó la pérdida de paz social, las reformas tributarias y de pensiones en 2019, así como la emergencia sanitaria de la covid-19 y los huracanes Eta e Iota en 2020.

"La pérdida de paz social lleva a que institucionalmente una economía no funcione bien. Refleja la escalada del conflicto social, volviendo al país evidentemente 'menos pacífico'. Esta variación es consistente con el incremento del uso de la violencia estatal a partir de los eventos iniciados en 2018, en sus distintas modalidades y gradaciones", sostuvo el informe.

Para el Cetcam, la falta de tranquilidad en Nicaragua también se reflejó en la cantidad de exiliados registrados por los países principales receptores, como son Costa Rica, Estados Unidos, y España, que pasó de 27.726 solicitudes de asilo en esos tres países tras el estallido en 2018, a 141.686 en 2021.

En total 237.208 nicaragüenses han pedido asilo en esos tres países en los últimos cuatro años, sin incluir a los nicaragüenses exiliados que viven en ilegalidad ni los que fueron arrestados o devueltos a su país.