Médicos exigen al régimen sandinista declare fase de transmisión comunitaria y actúe en consecuencia

Los profesionales de la salud independientes emitieron un segundo pronunciamiento sobre la situación actual del COVID-19 en Nicaragua, en el cual exigieron que el régimen sandinista declare fase de transmisión comunitaria y actúe en consecuencia, implementando las medidas de mitigación de la epidemia.

Según los médicos nicaragüenses, el país se encuentra en fase de diseminación comunitaria de la epidemia y el estado continúa sin aplicar las medidas de mitigación que permitan el control del brote epidémico, tales como: “la suspensión de actividades masivas, el cierre temporal de centros de educación (primaria, secundaria y superior), la suspensión de actividades no esenciales que impliquen presencia física y -de ser necesaria- la cuarentena comunitaria, todo con el objetivo de disminuir la tasa de contagios y muertes, así como de reducir la saturación del sistema de salud” indica el pronunciamiento.

Leer más: Periódico La Nación en Costa Rica califica de “Senda criminal en Nicaragua” por mal manejo del COVID-19

Los expertos aseguraron que el precario sistema de salud público se encuentra en vías de saturación, con una alta probabilidad de colapsar en los próximos días, lo que pone a la población general en un elevado riesgo de muerte debido a la falta de recursos sanitarios para enfrentar la epidemia.

Hasta la fecha el Minsa sandinista mantiene centralizadas las pruebas diagnósticas para COVID-19, por lo cual los profesionales de salud señalan que esto genera desconocimiento del número de test (y sus resultados) realizados por el Ministerio de Salud, haciendo imposible conocer la dimensión real de la pandemia. “El ocultamiento y manipulación deliberada del número real de personas afectadas no permite la aplicación de las medidas epidemiológicas apropiadas de contención y mitigación, de manera que lo observado en el país es la evolución natural del brote de SARSCoV-2”. 

Leer más: Monseñor Álvarez lamenta que “se quiera acallar la conciencia y querer tapar el sol con un dedo”

Pese al primer pronunciamiento, los médicos lamentan que el régimen sandinista mantenga la estrategia inaudita e inverosímil ante la pandemia del COVID-19 y que por el contrario algunos médicos firmantes del pronunciamiento anterior han recibido amenazas indirectas de despido en algunas instituciones públicas y por medio de redes sociales. 

A continuación las demandas íntegras del sector salud en Nicaragua:

1.- Nos solidarizamos con el pueblo de Nicaragua en esta dura lucha por la sobrevivencia.

2.- Demandamos el cese de la persecución y acoso a los profesionales de la salud y ratificamos nuestro compromiso de acompañar y brindar nuestro mejor esfuerzo para preservar la salud del pueblo nicaragüense. 

3.- Exigimos una vez más al estado y gobierno de Nicaragua que declare la fase de transmisión comunitaria y actúe en consecuencia, implementando las medidas de mitigación de la epidemia, tales como: la suspensión de actividades masivas, el cierre temporal de centros de educación (primaria, secundaria y superior), la suspensión de actividades no esenciales que impliquen presencia física y -de ser necesaria- la cuarentena comunitaria, todo con el objetivo de disminuir la tasa de contagios y muertes, así como de reducir la saturación del sistema de salud. El estado no puede seguir evadiendo su responsabilidad sobre la salud de los nicaragüenses. 

5.- Ratificamos las demandas del anterior pronunciamiento en lo relativo a la entrega de equipos de protección personal a los profesionales sanitarios que están en la primera línea de atención. Urge proteger la vida del personal en riesgo. Así mismo, demandamos realizar el mayor número de pruebas para detectar los focos de infección y tomar las medidas de contención del brote. De igual manera, demandamos brindar el apoyo necesario a los ciudadanos con menos recursos económicos que les permita paliar la crisis actual. 

Leer más: UNEN molesto por ausencia de estudiantes ordenan «no parar las clases»

6.- Instamos a las universidades -consecuentes con su responsabilidad de ser unidades formadoras de profesionales de la salud- a suspender las actividades presenciales de estudiantes y toda amenaza de expulsión. La participación de los estudiantes en actividades de apoyo a la epidemia debe darse de forma voluntaria, en el marco de sus capacidades, siempre y cuando se les suministren los equipos adecuados de protección.

 7.- Instamos a todos los nicaragüenses al auto cuido, a quedarse en casa y continuar con las medidas básicas recomendadas por la OMS y los Centros de control de Enfermedades de EEUU de América (CDC, por sus siglas en inglés) como son: el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos y el uso de la mascarilla al salir de casa. 

8.- Llamamos a toda la sociedad civil, iglesias y fuerzas económicas del país a tener una participación más activa en la defensa de la salud y la vida de la población nicaragüense ante el COVID-19. Es hora de unir esfuerzos para detener la pandemia. 

Leer más: Confidencial: Minsa oculta datos de pruebas covid-19 en laboratorio CNDR

9.- Solicitamos también que la OPS/OMS, Naciones Unidas y organizaciones de Derechos Humanos valoren in situ el manejo de la pandemia de parte de las autoridades de salud de Nicaragua. 

10.- Ratificamos nuestra recomendación de implementar y priorizar medidas de protección a los grupos más vulnerables de la sociedad como son las personas de la tercera edad, los privados de libertad y los abandonados socialmente. 

11.- Agradecemos el respaldo que nos han brindado las diferentes organizaciones, gremios, medios de comunicación y ciudadanía a los profesionales de la salud nicaragüenses.

El Observatorio Ciudadano del COVID-19 en Nicaragua reporta 1.270 personas afectadas con síntomas asociados al COVID-19. Hasta el 13 de mayo se registran unos 505 nuevos casos de personas afectadas, que representa un 62% de incremento en el período. Mientras que las cifras del Ministerio de Salud Sandinista contabiliza 25 casos activos y 8 fallecidos.