Monseñor Silvio Báez señaló que los “actos de terror” no intimidan a la iglesia en Nicaragua
El Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez señaló que los “actos de terror” no intimidan a la iglesia de Cristo, en referencia al ataque terrorista que perpetró un desconocido contra la iglesia católica, el pasado viernes.
En su homilía, el obispo expresó que Jesús siente compasión por los pueblos que sufren martirizados por la opresión y la injusticia “La imagen de la Sangre de Cristo destrozada por un acto terrorista en la catedral de Managua es para Nicaragua memoria viva y conmovedora de un Dios que no solo cargó con nuestros sufrimientos hasta la cruz, sino que sigue padeciendo en nuestro pueblo oprimido, hasta resucitarlo con él a la libertad y a la justicia”.
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Según Báez, los “actos de terror” no intimidan a la iglesia, por el contrario encuentran fortaleza en la adversidad “Cristo Crucificado es nuestra fuerza, nuestro consuelo y nuestra esperanza. Unidos a él seguiremos anunciando el evangelio de la paz, llorando junto al pueblo y consolándolo, acompañándolo en su esfuerzo por lograr el nacimiento de una nueva sociedad”.
El religioso comparó los tiempos difíciles que vivió Jesús con el corrupto y cruel Herodes, quien ordenó decapitar al profeta Juan "El Bautista", cuando Jesús se enteró de la noticia nunca huyó, ni se retractó de lo que dijo. “Fue objeto de calumnias, persecuciones, trampas y amenazas de muerte, pero nunca negoció los grandes valores del reino de Dios por los que vivió y murió. Sin embargo, Jesús tampoco fue temerario o imprudente. Nunca quiso el sufrimiento ni para los demás ni para él. No se exponía sin necesidad, no corría tras la muerte, pero tampoco se echaba atrás”
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Báez instó a los creyentes, obispos y sacerdotes a “ser prudentes” frente a quienes persiguen a la iglesia “Muchos discípulos de Jesús también hoy deben resguardarse, apartarse, estar lejos de quienes los persiguen, no porque quieran huir o teman a la muerte, sino porque quieren seguir estando con la gente, estando de otro manera pero siempre sin callarse, siempre consolando y animando hasta el final como Jesús”, precisó.