Obispo Álvarez se queja de alto volumen en actividad de alcaldía sandinista que causa ruido en misa
Monseñor Rolando Álvarez, sugirió a los nicaragüenses una gran “revolución del amor”, mientras propuso cinco principios “de acción” que deben seguir los líderes para construir una nueva Nicaragua.
“Que los líderes de Nicaragua en todos los estratos, de todos los géneros, pensaran o pensáramos, en que al final de cuentas una verdadera revolución que nos libera es la del amor porque el amor libera de ataduras internas porque el que ama no tiene deuda con nadie,nos libera de ataduras externas porque viéndonos libres interiormente no hay cadena por muy fuerte que pueda existir que nos someta a vivir encadenados”, expresó.
Álvarez compartió con los líderes sociales políticos y económicos, los siguientes principios de acción para construir una nueva Nicaragua, basada en el respeto y el amor.
- Un líder debe escuchar el corazón sufriente del pueblo, (debe) estar a la escucha del dolor del pueblo.
- Un líder debe anteponer los intereses de las mayorías, particularmente de las más vulnerables, a los propios o a los del grupo, y si es el caso, incluso su partido político, debe transformarse en auténtico y verdadero servidor del pueblo, para políticos sinceros y honestos esto no es irrealismo, sino un gran desafío.
- Un líder debe sacrificar lo todo por el bien común.
- Un líder debe respetar para ser respetado, el respeto en todas sus formas al otro es sagrado; y
- Un líder debe trabajar por la unidad, el consenso y la armonía, en beneficio y en torno a los grandes ideales de la patria”.
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“Amadísimos hermanos y hermanas, soñemos todos, por qué no, anhelemos, por qué no, y por supuesto, trabajemos todos por una Nicaragua donde reinen la justicia, la verdad, la libertad, y el amor”, finalizó el jerarca católico.
Al final de la misa, Monseñor Álvarez llamó a las autoridades nacionales y locales a que eviten el sonido “ensordecedor” en las actividades que realicen en las inmediaciones de las iglesias, como ocurrió este domingo en la misa de las 10:00 a.m. en la catedral San Pedro Apóstol.
“Quisiera, antes de dar la bendición, pedirle las autoridades municipales correspondientes y también a las autoridades nacionales, que por favor tengan la caridad con nosotros, que cuando vayan a hacer una actividad de alto volumen, de altísimo sonido, ensordecedor como el de hoy, nos permitan terminar la Santa Eucaristía. Las autoridades nacionales podrían tal vez hacer algo, platicar con las municipales y viceversa, pero, pues les pido esa caridad”, dijo el obispo.