Represión, injusticias e impunidad marca 2020 en Nicaragua, según defensores de derechos humanos
“Nicaragua cierra el año 2020 convertida en una cárcel para todos los ciudadanos que son víctimas de una pareja de dictadores”, asegura la Haydee Castillo, defensora de derechos humanos en el exilio
Emiliano Chamorro Mendieta
Nicaragua termina el año 2020 marcado por la represión y las violaciones a los derechos humanos, aseguran defensores de derechos humanos a la plataforma digital Portavoz Ciudadano.
“El 2020 es un año salpicado por el dolor, producto de la represión, las injusticias y la impunidad a que los nicaragüenses hemos sido víctima por parte de una pareja que está llena de odio; y ese odio los ha llevado a convertir a Nicaragua en una cárcel, donde los derechos humanos están secuestrados”, afirmó la activista de derechos humanos en el exilio, Haydee Castillo.
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En Nicaragua hay más de 100 presos políticos, más de 90 mil ciudadanos exiliados que abandonaron el país producto de la represión estatal de 2018. También han sido suprimido todos los derechos ciudadanos, como el derecho a la manifestación pacífica y la organización. A esto se suma la aprobación de leyes, como la Ley de ciberdelitos, ley de Agentes Extranjeros y la ley de cadena perpetua que ya está en la tubería legislativa, un poder del estado en manos del régimen de Daniel Ortega.
“Nicaragua, un país sin derechos ciudadanos”
Álvaro Leiva, secretario general de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), dijo que el 2020 “es uno de los peores años de Nicaragua” en materia de derechos humanos.
“Un 2020 en que la dictadura de Daniel Ortega continuó avasallando los derechos de los ciudadanos; atropellándolos a través de sus fuerzas de seguridad. La única manera que Ortega tiene para gobernar es por la vía de la fuerza, de la violencia; pero el mundo lo monitorea y un día Ortega y Rosario Murillo, tendrán que rendir cuenta a la justicia por tanto atropello a los derechos humanos de los nicaragüenses, Hoy por hoy Nicaragua es un país sin derechos ciudadanos”, advirtió Leiva.
“El origen del mal es Ortega y Murillo”, asegura Vilma Núñez
Por su parte, Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), dijo que hablar de derechos humanos en Nicaragua “es doloroso”.
“En realidad hablar de derechos humanos en Nicaragua es muy doloroso, hay dolor, injusticias e impunidad por donde lo busques”, pero el reto es seguir defendiendo los derechos humanos, es un compromiso al que no podemos renunciar”, expresó la titular del Cenidh.
De acuerdo a la activista de los derechos humanos, la raíz de las violaciones a los derechos humanos tiene nombre y apellido. “Si buscamos la causa y la raíz de tantas violaciones a los derechos humanos, ya sabemos que se llaman Daniel Ortega y Rosario Murillo y para que en Nicaragua se restituyan nuestros derechos constitucionales, incluyendo, los derechos humanos, debemos sacar del poder a esta pareja que tanto daño hacen a Nicaragua”, expresó Núñez.