Monseñor Báez: la Iglesia no se doblega ante poderosos, no negocia la verdad, denuncia ataques y calumnias
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, respondió a los "ataques" y "calumnias" como parte de la persecución de los poderosos hacia la Iglesia católica en el mundo y particularmente la de Nicaragua. Según Báez se mantienen "inquebrantables" ante los poderosos, pues la verdad no se puede negociar.
En estas últimas tres semanas Daniel Ortega y Rosario Murillo han acusado a la iglesia en Nicaragua de "conspiración" para botar a su régimen, los han llamado "hijos del demonio", "fariseos", "falsos profetas" y los tratan de criminalizar señalándolos de alentar a la gente a manifestarse en el 2018.
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"En esos momentos, a imagen de Jesús, la Iglesia permanece fiel a Dios con confianza inquebrantable, sin temor, sin doblegarse ante ningún poderoso de este mundo, sin negociar la verdad, ni preocuparse de perder privilegios en la sociedad” dijo Monseñor Báez en su homilía celebrada en la Iglesia Santa Agatha de Miami.
La iglesia en Nicaragua es la única voz que le queda a los nicaragüenses, luego que Daniel Ortega y Rosario Murillo encarcelaron a líderes de oposición, siete precandidatos presidenciales, dueños de medios de comunicación, campesinos, estudiantes, empresarios, defensores de derechos humanos y periodistas. El compromiso de la Iglesia en estos últimos 3 años de crisis en Nicaragua, ha sido con el pueblo.
“La fidelidad de la Iglesia a la verdad del evangelio muchas veces le trae como consecuencia que muchos la abandonen, la calumnien y la ataquen. La defensa de la dignidad de la persona humana y la denuncia de la injusticia, que son parte esencial de su labor evangelizadora, casi siempre le acarrean a la Iglesia amenazas y persecución de parte de los poderosos de turno" denunció el obispo.
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De igual manera el religioso aclara que “aun sufriendo, al constatar que muchos se alejan y la atacan, la Iglesia no conoce ni la amargura del resentimiento ni la fuerza maligna de la venganza, sino que actúa siempre con mansedumbre y misericordia, sin renunciar jamás a la caridad y al perdón sin límites. La única fuerza que sostiene la vida y la misión de la Iglesia es la promesa de Jesús que la historia jamás ha desmentido: “Estén seguros de que yo estaré con ustedes, día tras día, hasta el fin del mundo” explicó.
Báez destacó la enseñanza de Jesús a sus discípulos sobre cómo "afrontar los problemas y situaciones conflictivas con la confianza puesta en Dios que nunca la abandona".
La Iglesia no ha sido pasiva y "comienza a evangelizar cuando trata de afrontar los diversos desafíos que se le pueden presentar en su misión. La Iglesia evangeliza con los ojos abiertos a la realidad, pero con el corazón fortalecido por la luz y el consuelo de Dios. La Iglesia sabe que no es sano disimular las dificultades, negar las crisis u ocultar artificialmente los problemas" mencionó Monseñor.
Alentó a que los escenarios complejos, conflictos, difícil de manejar "no deben ser ignorados o disimulados. Han de ser asumidos, incluso padecidos, atentos a no dejarnos atrapar por ellos, sino viviéndolos como ocasión para crecer en la fe y la fidelidad al Señor” agregó Báez.
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Al finalizar su homilía aseguró que “el evangelio de hoy nos enseña que la fe verdadera no nace de explicaciones claras y bien fundamentadas, ni se llega a perder necesariamente con nuestras dudas y oscuridades. La fe verdadera nace y crece cuando con corazón humilde buscamos a Dios sinceramente. Tal vez no tengamos respuesta inmediata para todo lo que nos ocurre, pero tarde o temprano sentiremos que en el fondo de nuestro ser resuenan, como nuestras, las mismas palabras de Simón Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” expresó Monseñor Silvio Báez.