Monseñor Báez llama a confiar en Jesús, no abandonar lucha ante tiranos
Monseñor Silvio Báez en su homilía de este domingo 6 de febrero, hizo un llamado a la población a seguir confiando en Jesús y no abandonar la lucha, ni sentirnos derrotados, ante los tiranos, y recuerda que si confiamos en Jesús tarde o temprano se abren nuevos horizontes de libertad para los pueblos sometidos.
“Hay fracasos también en la lucha por construir sociedades justas y democráticas. A veces se ha pagado un precio demasiado alto de vidas humanas, de sufrimiento, de exilio, de pobreza, y llega un momento en que todo nos puede parecer inútil. La “nada” del vacío, que carcome el corazón, y “la noche”, que aterroriza con sus tinieblas, pueden debilitar las luchas sociales más nobles. Cuando las fuerzas tenebrosas de los poderes tiránicos parecen triunfar, es fácil sucumbir a la tentación de acomodarnos al sometimiento, resignarnos a “la nada” y a “la noche”, abandonar la lucha y sentirnos derrotados. Lo que ocurrió a Simón Pedro y a sus compañeros aquella mañana en el lago, nos enseña que cuando confiamos en Jesús ningún fracaso es definitivo. Lo peor que le puede ocurrir a un pueblo es pensar que ya no se puede hacer nada. Si confiamos en Jesús, siempre se podrá hacer algo. Tarde o temprano se abren nuevos horizontes de libertad para los pueblos sometidos” dijo el religioso en su homilía.
Además, manifestó que uno de los propósitos de Jesús en la vida de las personas es no verlas fracasar ni en lo personal y menos en lo social pero el religioso recuerda que siempre habrá momentos de cansancio y de oscuridad, de frustraciones y de tristeza pese a confiar en Jesús.
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“En los fracasos de la vida personal y social hay que volver los ojos a Jesús, escucharlo y echar las redes confiando en su palabra. Jesús no nos quiere fracasados, víctimas de la nada y de la noche. La fe en Jesús no elimina las travesías difíciles, las noches inútiles y las redes vacías. Siempre habrá momentos de cansancio y de oscuridad, de frustraciones y de tristeza, pero con él no quedaremos nunca con las manos vacías, el rostro triste y el corazón amargado por la desilusión. Apoyados en la palabra de Jesús siempre volveremos a navegar, no nos faltará luz en la noche, seremos fuertes en la debilidad y fecundos en el fracaso” manifestó Báez.