Monseñor Álvarez denuncia que fue interceptado de forma "brusca" y "lujo de prepotencia" por policías
Monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la diócesis de Matagalpa denunció que fue perseguido y rodeado por varios agentes de la sancionada Policía, quienes le interceptaron el paso cuando se movilizaba a bordo de su vehículo.
"Aproximadamente a la 1:10 pm de hoy domingo, fuí seguido e interceptado de manera brusca, arbitraria y con lujo de prepotencia por cuatro agentes de la patrulla 1169 del puesto policial de San Benito”, denunció el religioso a través de las redes sociales de la diócesis.
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El purpurado también denunció que los agentes de la sancionada Institución “luego de detener el vehículo, me rodearon, pidiendo la papelería y tomando las ya acostumbradas fotos”, cita la denuncia.
“Denuncio este hecho ante el pueblo nicaragüense, como haré cualquier otro tipo de acción que violente mi libre derecho de movilización”, advirtió monseñor Álvarez.
Esta mañana, durante su eucaristía celebrada en la catedral de Matagalpa, el religioso exhortó a los nicaragüenses a mantener la fe puesta en Dios y además arremetió contra quienes ostentando el poder violentan los derechos humanos en Nicaragua.
El religioso, quien se ha ganado el cariño de los nicaragüenses, ha jugado un pale muy importante en la defensa de los Derechos Humanos de los ciudadanos, debido a que en el 2018 alzo su voz contra la represión policial y parapolicial contra las personas que se manifestaron en contra de los asesinatos de los estudiantes universitarios que protestaron contra las fallidas reformas al Seguro Social.
“La Cruz que hoy carga Nicaragua está gestando en sí misma la redención de Nicaragua y es aquí que descubrimos que somos una sociedad, una familia o simplemente personas llamadas a luchar a pesar de las múltiples fragilidades, limitaciones y pecados” aseguró monseñor Álvarez.
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Desde el año pasado el propio Daniel Ortega y Rosario Murillo han liderado los ataques a la Iglesia Católica de Nicaragua y contra los obispos de la Conferencia Episcopal. Ambos mandatarios los han tildado de "alimañas" y hasta "satánicos" porque estos constantemente denuncian las violaciones de Derechos Humanos cometidas por la dictadura.