Báez asegura que los discípulos de Jesús son amenazados y perseguidos por las fuerzas oscuras hostiles al evangelio
Monseñor Silvio Báez expresó que la iglesia de Dios es amenazada y perseguida por las fuerzas oscuras hostiles al evangelio, por lo cual llamó a los creyentes a confiar en los planes de Dios para sus hijos.
En su homilía, Báez se refirió al pasaje bíblico en el que Jesús les dice a sus discípulos que “el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día” (Lc 24,46-47).
Al mismo tiempo, expresó que Jesús añade una nueva etapa del plan de Dios, que tocará a sus discípulos llevar adelante con la fuerza que recibirán de lo alto: “En su nombre habrá que predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la conversión para el perdón de los pecados” (cf. Lc 24,47).
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“Somos personas con debilidades y limitaciones, con miedos y caídas, pero somos testigos de Jesús. Caminamos entre el consuelo de Dios y las incomprensiones del mundo, muchas veces nos sentimos incapaces y nos parece que la misión recibida de Jesús es imposible de cumplir, pero somos sus testigos”, dijo
Agrega “Somos amenazados y perseguidos por las fuerzas oscuras hostiles al evangelio, pero somos testigos de Jesús. Somos nosotros a quienes Jesús ha confiado el anuncio del evangelio del Reino”
Según Báez, Jesús no dejó como testigos a gente sabia y poderosa, ni a personas influyentes y ricas, sino a un puñado de hombres confundidos y temerosos y a un pequeño grupo de mujeres tenaces y valientes a quienes les encomendó la misión de predicar su evangelio.
“Nos toca a nosotros llevar el perdón de Dios a quien está caído y enjugar las lágrimas de quien está triste o se siente fracasado. Nos toca a nosotros defender la vida humana e introducir esperanza en nuestro mundo herido. Como ha expresado recientemente la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en relación con los niños asesinados en Texas, nos toca a nosotros “implorar a nuestros funcionarios electos que nos ayuden a tomar medidas” para detener la “epidemia de maldad y de violencia” que sigue produciendo tantas víctimas inocentes y tanto dolor en las familias de este país (cf. USCCB, 24/5/2022)”
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El líder religioso dijo que a los creyentes les toca luchar contra la falsa normalidad que quieren imponer sobre los pueblos oprimidos los poderes despóticos.
“Nos toca a nosotros acercarnos a los pobres y a las víctimas llevándoles el consuelo de Dios y asegurándoles el triunfo de la justicia. Todo esto es misión nuestra. No esperemos que Dios lo haga todo, no basta rezar. Aún con nuestros miedos y nuestra pobreza, debemos arriesgarnos”
En este sentido, Báez recordó que Jesús nos dejó al Espíritu Santo para recibir fuerzas espirituales “Una de las más grandes tentaciones de la Iglesia es olvidarse del Espíritu Santo, no escuchar al Espíritu, no dejarse guiar ni fortalecer por el Espíritu. El Espíritu Santo es el fuego y el viento de Dios que guía y sostiene a la Iglesia, es la fuerza de Dios que nos consuela y nos defiende en toda circunstancia. Sólo el Espíritu Santo puede hacer de nosotros testigos valientes y gozosos de Jesús”
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Finaliza “Jesús ha querido también llenar nuestra vida con su presencia. Ha querido bendecir nuestros días grises, nuestras manos frágiles, nuestros corazones rotos. Vivimos y caminamos con la bendición de Jesús. Con su bendición, nuestros humildes esfuerzos por amar, no se perderán; nuestra lucha por la verdad y la justicia dará su fruto; nuestro cansancio diario no será inútil”.