Monseñor Rolando Álvarez: “no sé de qué me investigan” ante comunicado de policía

Monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, quien la noche del viernes prácticamente fue dejado en “casa por cárcel” por la sancionada Policía después que abrieran una investigación en su contra, dijo desconocer el supuesto proceso de investigación.

“Todos ustedes saben ayer salió ese comunicado de la Policía en el que básicamente hemos leído dos cosas, primero, que estoy siendo investigado. No sé de qué, pero ellos estarán haciendo sus propias conjeturas, segundo que formalmente han dicho que tenemos casa por cárcel”, dijo Monseñor Rolando Álvarez durante una eucaristía celebrada en la casa episcopal en donde se encuentra secuestrado por la Policía.

“Aquí estamos reunidos y retenidos. Estamos siempre con la fuerza interior, la paz en el corazón y la alegría que el resucitado nos da, la alegría de aquel que nos dice ánimo, soy yo, no tengan miedo”, exhortó el purpurado, quién desde el miércoles está siendo asediado por la sancionada Policía de Daniel Ortega.

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Ante las embestidas de la dictadura del régimen contra la Iglesia Católica, monseñor Rolando Álvarez pidió a los nicaragüenses, principalmente a su feligresía a no tener miedo y a mantenerse en oración en tomo momento.

“Recuerden amadísimos hermanos, el miedo paraliza, la desesperanza auto sepulta y el odio es la muerte del corazón. Al odio se le responde con el amor, a la desesperanza con la esperanza viva y al miedo, con la fortaleza y la valentía que nos da el Cristo glorioso y resucitado, el Cristo de la Iglesia”, continuó Monseñor durante su homilía.

Antes de finalizar la eucaristía de este sábado, Monseñor Álvarez agradeció a los medios de comunicación y ciudadanía en general por mantenerse en oración ante la escalada represiva en su contra.

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El obispo matagalpino dijo que las oraciones de la feligresía es lo que le ha permitido seguir en pies, gracias a “ese doblar rodillas de nuestro pueblo fiel, la buena voluntad de los no creyentes, de los agnósticos, de los escépticos, de la fraternidad y hermandad de nuestros hermanos no católicos”, expresó.

“Gracias a todos, estamos pendientes de ustedes y ustedes de nosotros”, finalizó el religioso, quien dentro de la casa episcopal permanece en ayuno y oración, pidiendo el cese del asedio policial.