Cardenal Brenes dice que Monseñor Rolando Álvarez está "muy bien de salud"
Después de varios meses de hermetismo, el cardenal Leopoldo Brenes aseveró este domingo que monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, se encuentra “muy bien de salud”, a pesar de que lleva más de tres meses de arresto domiciliario impuesto por el régimen Ortega Murillo.
El cardenal Brenes brindó declaraciones a AFP, en las que transmitió que la Iglesia no pierde la esperanza de encontrar una solución en el caso de los demás religiosos que están detenidos en El Chipote.
En la nota, AFP señala que el cardenal Brenes dijo textualmente que monseñor Rolando Álvarez «de salud está muy bien, espiritualmente muy bien. Él dice que mira estas cosas como un momento de su historia, un momento del espíritu y él piensa que algo de manera personal va a sacar de todo».
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El cardenal Leopoldo Brenes recientemente estuvo en Roma y al respecto señaló que el Papa Francisco le dijo que debían tener esperanza e insistió en que «la Santa Sede está haciendo sus gestiones» sin mucha divulgación, subrayó.
Además, reconoció por primera vez que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha impedido el reingreso al país de varios sacerdotes que viajaron al extranjero y al tratar de emprender el viaje de retorno fueron notificados por las aerolíneas de que no podrían regresar. Sin embargo, Brenes dijo que a pesar de eso la iglesia sigue trabajando.
Monseñor Álvarez, una voz incómoda
Por otro lado, el arzobispo de Managua también declaró que la iglesia católica enfrenta dificultades económicas, razón por la cual han solicitado la colaboración de la comunidad para costear algunos gastos.
Desde el estallido social de abril 2018, monseñor Rolando Álvarez se declaró a favor del pueblo y empezó a cuestionar el actuar del gobierno de Daniel Ortega y de sus instituciones represoras, por lo que se colocó en el ojo del huracán.
Antes de ser sometido al régimen de arresto domiciliar, que se supone cumple en la casa de sus padres, monseñor Álvarez permaneció dos semanas sitiado en la curia de Matagalpa, hasta que el 19 de agosto lo sacaron a la fuerza y lo trasladaron a Managua, junto a los religiosos y laicos que le acompañaban.