Daniel Ortega envió policías armados para expulsar a jesuitas
Sacerdotes jesuitas relataron en una crónica cómo el 19 de agosto de este año fueron expulsados de su residencia en Villa El Carmen. En el operativo, miembros de la Policía NacionalPolicía Nacional ingresaron con armas de guerra al inmueble.
Según la versión de los sacerdotes, unos 15 policías uniformados, encapuchados y con armas de guerra, allanaron y desalojaron de la residencia a la comunidad jesuita de la Universidad Centroamericana (UCA) de NicaraguaNicaragua, la crónica fue difundida el pasado jueves por la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús.
Compartieron que el allanamiento fue perpetrado por la Policía en la casa donde vivían seis sacerdotes que estaban a cargo de la UCA, misma que había sido clausurada y expropiada días atrás, acusada de "terrorismo".
El relato titulado "¿Cómo sucedió la confiscación de la comunidad jesuita de la UCA en Nicaragua?", habla del ejercicio de la violencia psicológica en contra de la comunidad jesuita.
Los religiosos contaron que el día de la expulsión celebraron una eucaristía y un almuerzo para despedir a uno de los sacerdotes y "al llegar a la casa se encontraron con alrededor de 15 policías más con uniformes de campaña, encapuchados y con armas de guerra".
El jefe del operativo buscaba al sacerdote Rolando Alvarado, rector de la UCA, pero Alvarado no se encontraba en la casa. Aunque trataron de explicar que la residencia no pertenecía a la comunidad jesuita, el policía respondió "que era propiedad del Estado de Nicaragua".
Dos policías armados escoltaron a cada sacerdote para que entraran a sus cuartos a retirar sus pertenencias "uno se quedaba en la puerta del cuarto y el otro entraba con el jesuita".
De acuerdo al escrito "Si bien no hubo ni golpes, ni gritos o empujones, los compañeros han manifestado que la violencia emocional y psicológica de verse despojados de su casa de esa forma es algo que continúan procesando", indicaron.
"Somos conscientes de que es una gracia que el Señor nos da el poder experimentar lo que buena parte de nuestro pueblo está experimentando: la total indefensión ante el abuso del poder por parte del Gobierno", escribieron los afectados y pidieron "que no se olviden de orar por quienes llevan la peor parte en esta crisis nacional: los presos y presas políticas, que ya son 78 y es una lista que tristemente no deja de crecer".
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La dictadura de Daniel Ortega disolvió el 23 de agosto pasado la filial nicaragüense de la Compañía de Jesús, la orden católica romana a la que pertenece el papa Francisco, y ordenó además expropiar su patrimonio.
Al robarse la Universidad Centroamericana y cambiarle el nombre a Casimiro Sotelo, centenares de estudiantes buscaron otras alternativas de educación superior que no estuvieran al servicio del régimen.