Dictadura de Daniel Ortega empieza a devorarse a sí misma con el robo a derechos laborales de empleados públicos

En las últimas horas el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo asestó dos zarpazos por medio de los diputados de la Asamblea Nacional a su servicio, eliminando la partida constitucional del 4% al poder judicial y reformando la base del cálculo para indemnizaciones por antigüedad en caso renuncias de trabajadores del estado.

“Al cercenar el 4% dl presupuesto constitucional al Poder Judicial, ahora las personas no tendrán acceso a una justicia eficaz, ni derecho a una administración de justicia correcta y eficiente”, afirma Juan Diego Barberena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco.

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Barberena opina que, al eliminar la base del cálculo para las indemnizaciones por antigüedad en los casos de empleados estatales que renuncien, “están robándole a los trabajadores públicos su derecho adquirido a tener un mes de salario por cada año trabajado en los primeros tres años, como indemnización por antigüedad”.

“A esos servidores públicos les hacemos un llamado nuevamente, a quienes actúan de buena fe, a ser parte del cambio político y democrático que el país ahora necesita, pues la dictadura ahora los ataca, los persigue, les roba. La Nicaragua en justicia con libertad y en democracia, los va a necesitar también para poder construir un mejor futuro para ustedes, para sus familias y todas y todos los nicaragüenses”,expresa Barberena.

Derechos adquiridos en materia laboral son irrenunciables

Sobre estos temas 100% Noticias consultó al analista político y economista Enrique Saénz, quien explica que “toda ley en todo régimen jurídico tiene un principio fundamental que es la no retroactividad, que obviamente si a la dictadura no le ha importado la Constitución, tampoco le importan las leyes, pues en Nicaragua la única ley es la voluntad del tirano”, señala Sáenz.

Asegura que si el régimen aplica este nuevo cálculo de indemnizaciones de forma retroactiva sería una evidencia más del aplastamiento de cualquier resquicio de algún tipo de legalidad.

“Pero en la legislación laboral hay otro principio que es el de los derechos adquiridos, en materia laboral estos son irrenunciables, y tampoco pueden despojarse, y en este caso es un derecho adquirido la antigüedad acumulada de acuerdo con la ley vigente en el momento”, destaca Sáenz.

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Según el analista político, “la dictadura ya empezó a devorarse a sí misma, porque por un lado los trabajadores del estado de alguna manera han conformado el aparato que ha servido de respaldo a la dictadura, es decir los que han sido cómplices, coautores y complacientes con Ortega, y también de manera indirecta los distintos empleados formaban parte de ese aparato institucional que formaban parte de uno de los marcos de la dictadura”.

“Ortega demuestra con esto que es un tipo despiadado, que no tiene ningún tipo de agradecimiento, pues se está llevando a todo mundo en el saco, los fieles, los menos fieles, los indiferentes y las personas que simplemente desempeñaban un trabajo, es decir demuestra una vez más su insensibilidad incluso frente a sus propios seguidores”, expresa Saénz.

Además, agrega: “Ellos están claros que la dictadura no tiene el mínimo respaldo de la población y lo hacen son actos de rencor y venganza, provocando daño al que pueden, porque saben que no tienen ningún respaldo y es una evidencia de la descomposición de la dictadura”.

Las reformas a estas leyes, según el analista, esa es otra evidencia de que el régimen ya decidió “quemar las naves”, que ya no les importa el apoyo de nada y de nadie y quieren limitarse a contar única y exclusivamente del apoyo del ejército y la policía.