Padre Marcos Somarriba: "Tienen sus días contados y desaparecerán los que persiguen a la Iglesia"

El sacerdote Marcos Somarriba advirtió, en su homilía dominical, a los enemigos y perseguidores de la Iglesia, que no lograrán eliminar la palabra de Dios que es pan espiritual. La homilía se da en el contexto en que se contabilizan más de 879 ataques a la iglesia católica en Nicaragua y el destierro de 245 religiosos, desde abril del 2018 a julio 2024. 

"Los que por razones sin conciencia, rechazan y tratan de eliminar esta fuente de vida, ya estas personas andan muertos en vidas y se declaran enemigos de Dios. Comer y comulgar este pan es hacerse comunidad, nos hace familia, pueblo y nos hace patria", dijo el religioso.
 
Al ser la Eucaristía cuerpo y sangre de Jesús, el sacerdote asegura que es el alimento fundamental para la vida de cada persona, familia y pueblo.

"En el contexto de la Iglesia que siempre ha estado bajo persecución y asedio, es un recordatorio de la importancia que tenemos cada uno de nosotros de cuidarnos, compartir unos a otros y de apoyar a los más vulnerables”, manifestó Somarriba.

Recomendó también a las comunidades eclesiales perseguidas, encontrar la fuerza y esperanza en la promesa de la vida eterna. Según el Padre Marcos, comer el cuerpo de Cristo es un acto de fe que implica compartir esperanza y resiliencia, incluso cuando hay amenazas externas.

“El defender, proteger y custodiar a la Eucaristía es un deber primario de toda persona que se siente amada por Jesús”, dijo desde el púlpito en la iglesia Santa Ágatha, en Miami.

Somarriba considera que defender la Eucaristía es un acto de justicia y resistencia y no de rebeldía “rebeldes son aquellos que han perdido el respeto por lo sagrado, por la dignidad de los sacerdotes, que hacen presente este pan de vida en medio de la comunidad, es muy fácil arrebatar, secuestrar y desaparecer a quienes sirven al pueblo de Dios”, criticó el sacerdote, en una clara alusión a la jornada de represión que enfrente los sacerdotes en Nicaragua.

A pesar de los agravios contra la Iglesia, Somarriba sostiene que nadie hará desaparecer o secuestrar la fe de un pueblo que es amado por Dios.

“Nunca, podrá desaparecer el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, que somos todos nosotros. Los que tienen sus días contados y desaparecerán, son esos que se creen tener poder a nivel divino, más es un poder temporal porque todo pasa, porque dios no se muda”, sentenció el sacerdote. 

El sacerdote se solidarizó con todas las parroquias perseguidas de Nicaragua. 

"Estamos unidos nosotros a las parroquias asediadas por las turbas del mal. Hay que proclamar y pedirle al Señor Eucarístico que libere estas comunidades, que proteja estas parroquias. Estamos unidos a todos los sacerdotes y obispos que han sido perseguidos, encarcelados, acosados, secuestrados y expulsados. Estamos unidos a todas las Diócesis asediadas, porque sirven al rebaño de Jesús. Su único pecado es no adorar a los auto proclamados salvadores”, señaló. 

Advirtió a los perseguidores de la Iglesia que son personas sin juicio y muertas en vida. 

“Persiguen a los sacerdotes, expulsan a los obispos, persiguen a la iglesia y evitan que la gente vaya a misa…a esos Dios les dice dejen su ignorancia y vivirán avancen por el camino de la prudencia de otra manera son muertos en vida”.

El padre Somarriba dice que Juan invita a reflexionar sobre la Eucaristía “es un misterio sagrado pero también es un llamado a la acción, en la búsqueda de la paz y la justicia. Es responsabilidad colectiva de todos cuidar y sostener a los demás, no podemos ser ajenos al prójimo”, dijo el religioso. 

Concluyó diciendo “el que come del maná que ofrecen y dan los tiranos de este mundo, morirán, porque se vence y caduca. Solo la Eucaristía tiene y da vida eterna”.