Al menos tres muertos en el reinicio del diálogo en Nicaragua
Al menos tres muertos se han producido en las últimas horas en Nicaragua en los ataques que fuerzas pro gubernamentales han realizado a seis ciudades, hoy en el reinicio del diálogo nacional, con la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para superar una crisis que ha dejado más de 218 muertos.
Las ciudades de Diriamba, Managua, Masaya, Matagalpa, Nagarote y Tipitapa, fueron atacadas desde anoche por las "fuerzas combinadas", que integran policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, denunció el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
Los movimientos de ciudadanos "autoconvocados" de las diversas ciudades informaron de la muerte de al menos dos personas en Managua y una en Tipitapa, mientras que en Nagarote reportaron cuatro heridos, uno de ellos de gravedad.
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En Masaya una vez más el sacerdote Edwin Román impidió una "masacre", ya que en pleno ataque fue a la estación de Policía a reclamar al jefe policial, Ramón Avellán, su promesa de no volver a disparar a la población, lo que produjo efectos positivos, según los "autoconvocados".
En Diriamba los manifestantes denunciaron que las "fuerzas combinadas" del Gobierno de Daniel Ortega aprovecharon un ataque en horas de la madrugada para saquear el comercio, siguiendo el mismo patrón que en otras ciudades atacadas por el Gobierno.
En Nagarote los ataques continuaban después del amanecer de este lunes, mientras las autoridades utilizaban maquinaria pesada para desmontar las barricadas que la población usa para defenderse de los ataques.
Ataque continúa a pesar de la CIDH
La violencia persistió en Nicaragua a pesar de que un equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se instaló en Managua el domingo.
Dicho equipo forma parte del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), que dará seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones y medidas cautelares emitidas por la CIDH, entre las que destacan el cese de la represión y la garantía de los derechos humanos.
Previamente la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, contraparte del Gobierno en el diálogo nacional, había mostrado su esperanza en que la presencia de la CIDH en Nicaragua persuadiera a Ortega de ordenar el cese de la represión.
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El equipo de la CIDH tiene previsto reunirse en privado esta mañana con la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que actúa como mediadora en el diálogo nacional.
El diálogo nacional reinició este lunes tras haber sido suspendido el pasado 18 de junio debido a constantes incumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.
La CIDH cifró en un informe presentado el viernes ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 212 los muertos durante la crisis, a los que se suman otras seis confirmadas el fin de semana por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), entre ellas un bebé de poco más de un año alcanzado por una bala en la cabeza.
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Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.