El impacto económico que ha dejado la represión de Ortega
Mario Arana, gerente general de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y expresidente del Banco Central de Nicaragua, brindó un análisis sobre la estabilidad económica del país durante estos tres meses de represión por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
Para el economista, hasta abril la recaudación tributaria “estuvo relativamente bien” a excepción de mayo, junio y julio que “han sido los problemáticos”. “Estamos viendo unos tres meses de afectación que pudiera haber significado mermas de hasta 40 por ciento… la recaudación normal de impuestos especial de consumo y tal vez IVA, eso representa más o menos el 60 por ciento de los impuestos y en esos tres meses estamos hablando de uno 15 millones de dólares que se habrán perdido”, explicó Arana.
Nicaragua presenta una vulnerabilidad a corto plazo que puede traer “daños irreversibles” si no se busca una solución pronta a esta crisis. “El impacto inmediato es que las obras se suspenden, el financiamiento de carreteras, puentes, centros de salud, escuelas, inversiones fuertes y a la medida que estos se afectan tienen impacto en el empleo, competitividad…”, señaló.
Sobre la inversión extranjera en el país, Arana mira “difícil” el panorama debido a la represión que atraviesa Nicaragua. En los últimos cincos, de manera continua, la inversión extranjera ha aportado 1,500 millones de dólares al año, pero “esto se va a caer de manera significativa, pueda ser que estemos apenas en 400 millones de entrada” para este 2018.
“En los años venideros de no existir un acuerdo de estabilidad en el país no creo que tengamos un flujo importante (en la inversión) lo cual golpearía mucho al país porque es una clave de su crecimiento actual y a futuro”, puntualizó Mario Arana.
El representante de APEN dijo que, si la crisis se prolonga, lo único que resultaría es que Nicaragua “se destruya” y lamentó que en la historia de Nicaragua ni un gobierno le haya dado una estabilidad económica para dejar el puesto del segundo país más pobre de América Latina.
“Los países no se terminan se destruyen, y eso es lo que le ha pasado a Nicaragua en su historia, nosotros somos el país más pobre de América Latina porque no hemos sido capaz de tener un gobierno que nos den estabilidad económica a largo plazo, hemos sido el país con el crecimiento por habitante más bajo en la historia de América Latina desde 1920 Hasta la actualidad; y el país con mayor volatilidad: a veces crecemos pero a veces nos desplomamos, obviamente los países se destruyen y luego cuesta un montón construirlo de vuelta”, concluyó.