Ejército de Nicaragua bajo la lupa de Estados Unidos
La imagen del Ejército de Nicaragua se ha visto perjudicada ante los ojos de los nicaragüenses que alguna vez mostraron respeto hacia la institución castrense. La forma indiferente en la que han actuado en el marco de la crisis sociopolítica y las innumerables denuncias de no desarmar a los paramilitares quienes usaron armamento de guerra (según Amnistía Internacionalsegún Amnistía Internacional) en la represión de las protestas en contra del Gobierno de Daniel Ortega, han hecho que Nicaragua perdiera la confianza hacia ellos.
Según el excanciller Francisco Aguirre Sacasa, el Ejército nicaragüense fue advertido por los Estados Unidos en que si cambiaban su línea de defensores de la soberanía de Nicaragua y apoyar al gobierno sandinista podrían ser castigados “por la legislación norteamericana”.
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“Hubo una advertencia del senador Marcos Rubio en que si fuera a variar de esa línea, el Ejército podría ser castigado por la legislación norteamericana (…) La apreciación que había en Washington era que el Ejército continuaba colaborando con los Estados Unidos en temas con la lucha del narcotráfico, crimen organizado, la inmigración de personas que querían usar a Nicaragua, para llegar a la frontera de Guatemala, México y posteriormente a la norteamericana, o sea que en ese momento –el Ejército- gozaba de una imagen positiva”, expresó el excanciller Francisco Aguirre Sacasa.
El excanciller además considera a criterio propio que la campaña “Diamantes de sangre” que realizan varios nicaragüenses en Estados Unidos en contra del Ejército de Nicaragua es inapropiada e injusta, ya que “trata de alguna manera castigar –al Ejército- utilizando el fondo de jubilación que incluiría a aquellos que ya se jubilaron, y que nosotros vimos que andaban en las marchas en contra del gobierno”, expresó Francisco Aguirre.
La campaña “Diamantes de sangre”La campaña “Diamantes de sangre” pretende presionar a varias empresas estadounidenses para que no sigan manejando el dinero de las pensiones del Ejército de Nicaragua a quien denuncian de ser quienes le facilitaron armamento de guerra a los grupos paramilitares y parapoliciales que reprimieron las protestas contra Ortega.