Más reacciones a la carta divulgada por el nuncio Somertag
La carta, dirigida a la Santa Sede y fechada el 30 de julio, no ha sido publicada aún por el gobierno. Sin embargo, el nuncio declaró a medios locales e internacionales que entre otras cosas el documento indicaba que la negociación con la Alianza Cívica “culminó con la ausencia definitiva de la otra parte”.
Para la ex comandante guerrillera Dora María Téllez, la carta del gobierno revela que el Ortega pretende "golpear un poco la mesa para tener una mejor posición ante la OEA y el Vaticano", en momentos en que el organismo continental prepara una comisión especial para apoyar una salida a la crisis de Nicaragua.
Mientras, en declaraciones a la agencia de noticias AP en Managua, el negociador por la Alianza Cívica José Pallais dijo que el gobierno “intenta presentar una posición de fuerza para seguir sin cumplir importantes acuerdos tomados en la mesa de negociación”.
“El gobierno aún no le ha informado al pueblo por qué rechaza volver a dialogar cuando faltan 120 presos políticos pendientes de salir y cuando la liberación definitiva de los más de 640 excarcelados aún no se ha dado”.
Agregó que el gobierno tampoco ha cumplido “ninguno de los 19 puntos del acuerdo sobre derechos y garantías ciudadanas” que permitiría la restitución plena de las libertades de expresión, información y movilización en el país.
“¿Qué dicen los testigos, el nuncio y la OEA? ¿Cumplió Ortega los acuerdos del diálogo con la Alianza Cívica?”, se preguntó vía Twitter el periodista Carlos Fernando Chamorro.
Por su parte, la universitaria Dolly Mora, miembro del movimiento estudiantil que protagonizó las protestas desde abril de 2018, opinó:
Para el sociólogo Oscar René Vargas, el gobierno podría haber descartado la negociación con la Alianza Cívica para buscar otros interlocutores, como ya lo han insinuado algunos diputados sandinistas, “La carta oficial terminando las negociaciones con la Alianza la firma (el canciller Denis) Moncada. Eso quiere decir que Ortega deja la puerta abierta para reabrir las negociaciones cuando considere conveniente y posiblemente proponga otro formato”, consideró Vargas.
Para la presidencia del MRS, Suyen Barahona, el gobierno podría ahora “intentar abrir un proceso de consultas de reformas electorales con sus partidos zancudos”, con el fin de hacer creer a la comunidad internacional que la crisis en Nicaragua se ha resuelto.
Advirtió sin embargo que esa maniobra no tendrá resultado, ya que “el mundo sabe que Ortega es un criminal que debe salir del poder”.
La decisión oficial se conoció al mismo tiempo que en un grupo de países iniciaron en la OEA la formación de una comisión especial que realizará gestiones diplomáticas para ayudar a una salida negociada a la crisis de Nicaragua.
Las protestas de 2018 en Nicaragua fueron reprimidas con violencia por policías y paramilitares y dejaron al menos 325 civiles muertos, más de 2.000 heridos, 770 presos y más de 62.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.