Comité de Naciones Unidas preocupado por situación de Nicaragua
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) de Naciones Unidas, manifestó su preocupación la violación de los derechos humanos y libertades individuales,la falta de independencia de las instituciones públicas y la represión ejercida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, según el quinto informe periódico sobre Nicaragua de esta organización.
En dicho informe el CDESC lamenta que el régimen de Nicaragua no haya presentado sus respuestas escritas a la lista de cuestiones solicitadas, “especialmente cuando entre el tiempo de la presentación del informe y el diálogo previsto han acontecido numerosos eventos extraordinarios que merecían ser abordados”.
El Comité observa con preocupación el cierre de espacios participativos y de diálogo tanto a nivel nacional como internacional, en particular con mecanismos de promoción y protección de derechos humanos.
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Corrupción y falta de independencia
El Comité está preocupado por informes que dan cuenta de altos niveles de corrupción e impunidad que persisten en el Estado. “Asimismo, le preocupa la información recibida sobre el limitado acceso a la información de interés público y sobre la falta de mecanismos eficaces de rendición de cuentas, lo cual impide una evaluación objetiva de las medidas adoptadas para asegurar la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales”, cuestiona el informe.
El CDESC indicó su preocupación por la información recibida sobre la falta de independencia e imparcialidad del poder judicial. “Asimismo, le preocupa la falta de independencia de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, así como su falta de reacción ante violaciones de derechos humanos en el Estado parte, razones por las que fue degradada a estatus B por la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos”, recordó.
Entre otras preocupaciones, mencionan las informaciones que recibieron sobre la persecución, amenazas, acoso y actos de represalias contra defensores de derechos humanos, incluyendo estudiantes y docentes universitarios, médicos y personal médico por participar en las protestas contra las reformas a la Ley de Seguridad Social, la falta de diligencia ante el incendio de la reserva Indio-Maíz o por denunciar presuntas irregularidades en el contexto de la gestión de la pandemia de COVID-19.
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Despidos arbitrarios y no hay libertad de cátedra
El Comité nota con preocupación las alegaciones de despidos injustificados de maestros y docentes universitarios solo por haber participado en las protestas sociales entre abril y agosto de 2018. Asimismo, le preocupan los despidos de médicos y personal médico debidos presuntamente a haberse negado a acatar la orden de no brindar atención médica a las personas que resultaron heridas durante tales protestas y en el contexto de la pandemia de la COVID-19 (art. 6 y 7).
Además, el Comité lamenta no haber recibido información con relación a las garantías a la libertad de cátedra y le preocupan las informaciones recibidas relativas a que la gestión académica universitaria se encuentra cada vez más vinculada a intereses político-partidarios, lo cual ha generado despidos de personal docente y expulsiones de estudiantes restringiendo el derecho a la educación, las libertades de pensamiento y de opinión, así como la libertad de investigación científica y actividad creadora.
Aspectos positivos
El Comité acoge con satisfacción las medidas adoptadas por el Estado parte para consolidar la promoción y protección del goce de los derechos económicos, sociales y culturales, en particular de las personas con discapacidad, de pueblos indígenas y afrodescendientes.
Asimismo, el Comité celebra los esfuerzos y avances realizados por el Estado parte en cuanto a la lucha contra la pobreza, la disminución de la brecha de género en el ámbito laboral, educativo y de salud, así como en cuanto a la ampliación de la cobertura en el acceso a la educación por parte niños, niñas y adolescentes.
El CDESC lamenta que la dictadura se negara a participar del diálogo con este organismo y sólo asistiera “en calidad de escucha”, lo que le permitió escudarse para no proporcionar información valiosa en diversos temas.