Óscar Arias: “Elecciones son una farsa, en un sistema totalitario se disfraza de democracia”

El expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias, afirmó que los próximos comicios electorales en Nicaragua no serán un verdadero ejercicio de sufragio sino una burda manipulación de un sistema totalitario se “disfraza de democracia”.

En un artículo de opinión, Arias señaló que a pesar que el pueblo nicaragüense está cansado del diluvio de denuncias de corrupción, de la sistemática violación de sus derechos humanos, de la privación de sus libertades, no pierde las esperanzas de un cambio.  

“Hoy como un Noé que aferrado a la proa del arca aguarda con paciencia una señal de rectificación y, a pesar de los malos augurios, confía y espera un cambio y un retorno a la democracia”, sostiene Arias.

El expresidente de Costa Rica, dijo que en Nicaragua las instancias democráticas han desaparecido, al mismo tiempo que hizo referencia a la firma y aceptación del Plan de Paz,  que se convirtió en la pantomima de hoy. 

“El triste retroceso de Nicaragua nos recuerda que la democracia no puede darse por sentada y que hay que rescatarla constantemente de la amenaza del populismo y de los delirios autoritarios. En la defensa de la democracia, no es posible el descanso”, apuntó

En este sentido, el Premio Nobel de la Paz insistió en que hay que velar y custodiar las democracias, las cuales no pueden defenderse en retrospectiva. 

“Es en el momento mismo de la amenaza en donde hay que alzar la voz y denunciar. Luego, puede ser demasiado tarde. Nosotros debemos seguir denunciando los constantes atropellos al sistema democrático y a los derechos humanos que actualmente lleva a cabo el régimen de Ortega-Murillo”, subrayó

Sobre los comicios, Arias afirmó que el pluralismo político en Nicaragua es fingido porque se eliminaron a los partidos políticos de oposición y se restringe la libertad de expresión.

“En Nicaragua la existencia de un tribunal de elecciones y el ejercicio ritual del sufragio no son sino burdas manipulaciones y un medio para que un sistema totalitario se disfrace de democracia. Y eso es lo que es la pretendida democracia nicaragüense: una farsa”, sostuvo

El ex mandatario costarricense espera que el pueblo nicaragüense no pierda la esperanza “tengo fe en Dios de que un olivo crecerá de nuevo en algún momento en este pueblo hermano. Ojalá que el pueblo nicaragüense nunca pierda la esperanza y sepa tornar su vista a la alborada. Ojalá que se aferre, como Noé, al borde del arca, sostenido con la fe de un futuro mejor y la promesa de una nueva alianza, una alianza con la vida, con el desarrollo y con la libertad. Una alianza con la paz y con el retorno de la democracia”