Daniel Ortega en un “callejón sin salida” solo puede ofrecer conflictos, inestabilidad y pobreza, señala informe

A pesar que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo han radicalizado su modelo de Estado policial en Nicaragua, a través de la supresión de la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y la libertad de prensa, se encuentra en un callejón sin salida porque solo puede ofrecer una continuidad dinástica corrupta, arroja un análisis político del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM), que dirige la socióloga Elvira Cuadra. 

Según el informe, aunque Ortega Murillo tiene el control de los medios de comunicación para difundir sus mentiras, imponer su narrativa e impedir la difusión de la verdad sobre lo que ocurre en el país, no logra resolver los problemas. 

“Un callejón sin salida porque solamente puede ofrecer una continuidad dinástica corrupta que inevitablemente provocará más conflictos, inestabilidad y pobreza para la mayoría de la sociedad nicaragüense”, resaltan.

También señalan que la violencia estatal, no logra aplacar la resistencia ciudadana que se mantiene silenciosamente en el interior del país y en el exilio.

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A esto se suma el número de desafectos que crecen cada día principalmente dentro de la función pública, aunque no puedan manifestarlo públicamente. 

“La mayoría de ellos están listos para abandonar el barco cuando comience a hundirse, por eso el régimen los mantiene vigilados y amenazados (...) poco a poco se van creando las condiciones para el agotamiento definitivo de su poder”.

Deriva totalitaria en Nicaragua 

Según el análisis político el régimen Ortega-Murillo ha radicalizado su modelo de Estado policial en una deriva totalitaria para no correr el riesgo de que las piezas del sistema se desencajen cuando la gente pierda el miedo. 

“El rumbo que lleva lo encamina a un callejón que no tiene salida política puesto que el uso sistemático del terror y la amenaza contra todo y contra todos, incluyendo a sus propios seguidores, solamente profundiza su aislamiento, ilegitimidad y el rechazo creciente de la sociedad”.

El informe recoge que las elecciones del 2021 evidenciaron que Ortega Murillo están solos, no sólo porque la población se ausentó masivamente, sino también porque los pocos que votaron, no lo hicieron a favor de Ortega. 

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Asimismo señalan que las nuevas leyes y reformas prácticamente anulan derechos y libertades ciudadanas fundamentales contraviniendo lo establecido en la Constitución Política y legaliza la persecución abierta contra los ciudadanos.

Respecto a la cancelación de las personalidades jurídicas a las ONG, el análisis resalta que Ortega pone de manifiesto que no hay espacio para asociaciones independientes, o universidades privadas

“Las únicas organizaciones que pueden existir son las que cantan loas al dictador”

Ortega y El Relevo

Semanas atrás, el dictador Daniel Ortega habló por primera vez del relevo generacional. Sin embargo, el informe señala que Ortega- Murillo están considerando la sucesión para alguno de sus hijos, es decir la continuidad dinástica corrupta.

“Ninguno de sus hijos, aparte de llevar el mismo apellido, tiene peso político, experiencia y reconocimiento para relevarlos. Esos eventuales herederos o herederas, acostumbrados a óptimas condiciones de vida y a ejercer un poder que no conquistaron, carecen de las competencias para el relevo y posiblemente tampoco tengan el apetito para asumir ese reto”. 

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El informe considera que el “traspaso del poder” puede resultar desestabilizador y peligroso para la continuidad dinástica 

“Un liderazgo débil o incompetente exacerbaría las contradicciones internas amenazando la estabilidad del régimen y abriendo las puertas a luchas intestinas”, señala el informe que considera que Ortega intentan presentarse “fuerte para legitimarse ante sus propias bases”.