Criminalizan a parientes que visitan tumbas de víctimas de la represión en 2018

La lideresa campesina Francisca Ramírez denunció la violación de derechos humanos por el régimen de Daniel Ortega y la situación de los presos y las presas políticas en Nicaragua en la mesa de discusión sobre gobernabilidad en la Cubre de las Américas.

“Hemos tenido la oportunidad de expresar lo que está pasando en Nicaragua”, dijo la representante del Movimiento Campesino. “Los nicaragüenses lo menos que debemos de perder es la esperanza. A pesar que en Nicaragua está un pueblo secuestrado, los que estamos en el exilio tenemos la obligación de alzar la voz”.

La principal demanda presentada por Ramírez en nombre del gremio campesino es la liberación de los presos y las presas políticas nicaragüenses, agrega que derivado de esta problemática se han puntualizado datos como la persecución, los secuestros, desapariciones, desplazamiento de los pueblos indígenas y éxodo forzado de los campesinos. “A pesar que se han firmado resoluciones Ortega no respeta ninguna”. 

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En este sentido, Francisca Ramírez señaló que los nicaragüenses requieren el respaldo de la comunidad internacional con acciones como las sanciones económicas como la Nica-Act que se han implementado contra el régimen de Daniel Ortega. 
Justicia sin impunidad

Señaló que continuarán uniendo esfuerzos para dar seguimiento al sistema represor de Daniel Ortega que prima en Nicaragua. Ramírez quien vive exiliada en Costa Rica estuvo acompañada por Haydee Castillo, defensora de derechos humanos en el exilio y Socorro Corrales madre de Orlando Pérez, joven universitario asesinado en abril de 2018 durante la cruda represión que de acuerdo a datos de organismos internacionales dejó más de 350 asesinados entre abril y junio de ese año.

“Queremos que se conozca con nombre y apellido quienes son los asesinos de nuestro hijo”, expresó Corrales quien vive en Estados Unidos y es integrante de Madres de Abril. Es una víctima que se vio obligada al exilio tras demandar “justicia sin impunidad”.

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“Lo más difícil fue dejar mi país y dejar la tumba de mi hijo”, reclamó Socorro que ni siquiera sus parientes que viven en el país puede llegar a poner una flor porque son tratados como criminales. “Es terrorismo, está criminalizado y todo el que llega va preso”, dijo en entrevista con 100%Noticias.