Presidenta de Honduras es "abogada del diablo" señala ex embajador Nicaragua en OEA

«Abogada del diablo», así llamó el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, luego que este miércoles la mandataria abogó por las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela, durante su discurso en la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

«La presidenta de Honduras Xiomara Castro vuelve a ser la abogada del diablo defendiendo crímenes de las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela», dijo el exdiplomático.

Refirió que hay un cambio de discurso en Castro al hablar de sanciones en la ONU y no de «bloqueo económico» como lo hizo durante su participación en el Grupo de los 77 más China, que se llevó a cabo en Cuba.

“Que los países miembros del G77 + China, nos comprometamos a rechazar y no cumplir con medidas coercitivas, con sanciones o bloqueos contra nuestros países miembros. Denunciamos enérgicamente el  injusto bloqueo contra Venezuela y Nicaragua”, dijo eufórica el pasado lunes la presidenta hondureña.

McFields aclaró que las sanciones no son contra Nicaragua, "no son contra el pueblo de Nicaragua, son contra funcionarios corruptos que han cometido malos manejos en el Estado y sobre todo violaciones sistemáticas a los derechos humanos y las libertades de los ciudadanos".

La presidenta Castro, respalda a dictaduras señaladas de cometer crímenes de lesa humanidad. La agresión contra el pueblo nicaragüense está documentada internacionalmente. 

«Xiomara Castro quiere hacerse la desentendida de los presos políticos, de los más de 350 (opositores) que murieron en Nicaragua a manos de Ortega. Ella está enfocada únicamente en ser la abogada del diablo de las tres dictaduras más crueles y antiguas de las Américas», finalizó el exembajador.

Nicaragua vive una persecución feroz contra las voces críticas al régimen desde el levantamiento popular de abril del 2018. Por las cárceles han pasado miles de nicaragüenses. La CIDH cifró en 358 muertos por la represión que ha obligado a más de 700 mil nicaragüenses exiliarse de forma forzada.