Semana Santa en Nicaragua marcada por asedio, fe y oración
A diferencia de los otros países del mundo, por segundo año consecutivo, los católicos de Nicaragua viven una Semana Santa “muy especial”, marcada por la oración, penitencia y la caridad. A pesar de que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una represión en contra de la Iglesia Católica, los feligreses están acudiendo a los templos masivamente.
A pesar de que el pasado 24 de marzo, cuando la Iglesia Católica inició la Semana Santa con el tradicional “Domingo de Ramos”, los católicos acudieron para tomar su palma bendita y orar por la paz en Nicaragua.
En los últimos meses, al finalizar las eucaristías, los sacerdotes están recibiendo a los feligreses que se les acercan para pedir la bendición porque emigrarán a Estados Unidos con el parole humanitario, país en donde esperan poder trabajar y enviar dinero a sus familiares en Nicaragua.
“Esta Semana Santa para nosotros es muy especial. En primer lugar, vengo a dar gracias a Dios porque ha sido misericordioso con mi familia. Mi hija, su esposo y mi nieto viajaron la semana pasada a Estados Unidos. Vengo a pedirle a Dios que los bendiga a ellos con un trabajito para que puedan cumplir sus sueños de mejorarme la casita”, dice doña María Flores, mientras participaba en una actividad en un templo del Distrito Siete de Managua.
Oran por sacerdotes
Al ingresar a un templo católico, el clima cálido se mezcla con las oraciones de los feligreses, quienes antes de iniciar las actividades de Semana Santa, aprovechan para orar por la Iglesia, obispos y sacerdotes, quienes desde el año 2018 han sido blanco de persecución y ataques del gobierno sandinista.
LEER MÁS: Policía ordena a evangélicos de Nicaragua cancelar la "Confraternidad nacional 2024"
“Como familia siempre oramos por nuestros obispos y sacerdotes. Nuestra Iglesia está sufriendo mucho, la están atacando sin razón alguna y esas personas que lo hacen necesitan de la Misericordia de Dios”, expresó doña Martha Corea al salir este miércoles de Catedral de Managua.
“Nuestros sacerdotes nos han apoyado a la luz del Evangelio cuando a nosotros, como ciudadanos nos han violado nuestros derechos, aunque ahora no pueden pronunciarse libremente, desde los evangelios nos dan una palabra de esperanza. No están enseñando a acercarnos más a Dios”, agrega la señora, mientras abre una sombrilla para protegerse de los inclementes rayos del sol.
Plegarias similares se realizan en los templos, en donde los católicos claman a Dios por la protección de los sacerdotes y la conversión de los pecadores.
“El mandamiento del amor”
Este jueves Santo, en la mayoría de los países del mundo, se realizará la “Misa Crismal”, en donde los obispos de cada diócesis prepararán y bendecirán los óleos, un aceite perfumado que a lo largo del año lo utilizan los sacerdotes para administrar los sacramentos de Bautismo, Confirmación, Unción de los Enfermos, Consagración y ordenación sacerdotal o episcopal.
En esta eucaristía, que por cuestiones pastorales la Iglesia puede realizarla entre el lunes y jueves santo, los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales y juran obediencia ante el obispo titular de la diócesis.
SEGUIR LEYENDO: Puerta de la Montaña asegura que régimen sandinista les robó 5 millones de dólares
La noche del Jueves Santo en el mundo, se realiza la misa de la última cena, que marca el inicio del triduo pascual. En esta celebración, los sacerdotes lavan los pies a 12 personas, para recordar que el hijo de Dios vino al mundo a servir y no a ser servido.
“En la misa del Jueves Santo en la noche, los sacerdotes recordamos cuando Jesús instituyó el mandamiento del amor durante la última cena y este mandamiento es cuando él dijo “ámense los uno a los otros como yo los he amado” y es ahí donde la Iglesia invita a los fieles a orar por quienes en la vida nos hacen daño ya sea por envidia, por maldad, por egoísmo o por ambición”, expresa un sacerdote que fue consultado para este reporte y que pidió no ser identificado.
Oran por gobernantes y migrantes
La liturgia del Viernes Santo es muy especial, es el único día en el mundo en que la Iglesia Católica no celebra misa en el mundo, sino hasta después del Sábado Santo, cuando la Iglesia entona el canto de “Gloria”.
LEER MÁS: Exceso de vigilancia policial y parapolicial en inicio de Semana Santa en Nicaragua
“Como el Viernes Santo se realiza el viacrucis penitencial en el mundo, que es cuando él muere, en horas de la tarde se meditan las siete palabras. En este día, a nivel mundial la Iglesia ora por los gobernantes, por los que están presos por cometer delitos o por aquellos que lo están injustamente. También se pide por los inmigrantes, por los perseguidos y por la conversión de aquellos que hacen daño”, agregó el sacerdote.
“Las intenciones del Viernes Santo están en los misales (libros de oración utilizado en las misas diarias), así que no es nada político, es la parte social de la Iglesia y eso viene desde hace muchos años atrás”, aclaró el cura.
El canto del Gloria
La tarde del sábado Santo, la liturgia de la Iglesia es muy especial, porque se bendice el fuego, el agua y se entona el canto de “Gloria”, que marca el inicio de la Pascua y la Resurrección de Cristo.
“Con el canto del Gloria se encienden las luces de los templos. La liturgia inicia con la bendición del cirio pascual, que se enciende en las tinieblas y esa luz representa a Cristo alumbrando en medio de la oscuridad y al entonar el canto del Gloria, se encienden las luces del templo, lo que significa que la luz ha vencido a las tinieblas”, expuso el sacerdote, mientras revisaba el programa de Semana Santa en su parroquia.
El triduo pascual culmina el Domingo de Resurrección, donde la Iglesia proclama el evangelio que narra que Cristo ha vencido a la muerte y ha aniquilado al pecado.