Rosario Murillo: “cómo despreciamos a los traidores”, sobre opositores presos políticos

Rosario Murillo, quien usurpa la vicepresidencia de Nicaragua cargó este viernes contra los presos políticos y reiteró que el ensañamiento contra ellos es producto del “odio” que les tiene por considerarlos “traidores”.

En su alocución de mediodía al oficialista Canal 4, la vocera del régimen dijo que este sábado 30 de abril los sandinistas rendirán homenaje a Tomás Borge Martínez, fallecido el 1 de mayo de 2012. Durante su intervención, la sancionada vicepresidenta aprovechó para mostrar su odio contra opositores, principalmente contra los presos políticos.

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“Cómo Tomás despreciaba a los traidores, como los despreciamos nosotros, traidores a ellos mismos en primer lugar”, manifestó Rosario Murillo, al mismo tiempo que ensalzaba la persona de Tomás Borge.

“¡Cómo despreciaba y despreciamos a los traidores!”, insistió Rosario Murillo en su intervención que estuvo dirigida contra los opositores y los más de 180 presos políticos.

“Tomás despreciaba a los traidores a ellos mismos en primer lugar; traidores a la patria, a la bendición de una patria libre, soberana, digna; traidores —decía Tomás— nunca”, insistía con su peculiar tono de voz la vicepresidenta sancionada por Estados Unidos y la Unión Europea.

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Rosario Murillo recordó en clara alusión que para los presos políticos “es doloroso para ellos mismos que han manchado su expediente, su legado, con traición a la patria. Pero bueno, son poquísimos porque gracias a Dios y a la grandeza de nuestros héroes nacionales (…) se ha opacado toda esa vileza, toda esa maldad, toda esa perversión, toda esa traición”, mencionó Murillo en su perorata de mediodía.

Desde mayo de 2021, el régimen mantiene como presos políticos a varios líderes de la oposición, entre ellos a los candidatos presidenciales que representaron un peligro para Daniel Ortega y Rosario Murillo en las urnas el pasado 7 de noviembre.

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El pasado 10 de enero, cuando Daniel Ortega y Rosario Murillo juraron en la ilegítima toma de posesión en la Plaza de la Revolución, el dictador llamó “hijos de perra” a los presos políticos. Días después, el sancionado Ministerio Público anunciaba la reapertura de los juicios contra los presos políticos, todos fueron condenados con sentencias injustas y juicios espurios.