“Monseñor Álvarez no está detenido, está secuestrado y su vida corre peligro” alertan analistas y juristas
Monseñor Rolando Álvarez Lago, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí “no está detenido, él está secuestrado por la dictadura Ortega-Murillo y su vida corre peligro”, en medio de una escalada represiva contra la Iglesia Católica sin precedentes en la historia de Nicaragua que demuestra, una vez más, que los dictadores Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, están dispuestos a cometer cualquier barbaridad con tal de mantenerse en el poder, afirman analistas políticos y juristas consultados por 100% Noticias.
La abogada Martha Patricia Molina, experta asuntos de transparencia y anticorrupción, y estudiosa de los temas de la Iglesia, afirmó que desde el punto de vista jurídico, el matrimonio dictatorial Ortega-Murillo está cometiendo una barbaridad jurídica y dan muestras de su actitud despótica al ordenar a su Policía que decrete arresto domiciliario de facto contra el obispo Álvarez, pisoteando de esa manera todas las normas jurídicas del país.
Molina afirma que Monseñor Álvarez, los sacerdotes y laicos que le acompañan dentro de la Curia Episcopal de Matagalpa, “están secuestrados”. pues la Policía Sandinista al decretar el arresto domiciliario “se está tomando atribuciones que no le competen”.
Según la jurista, una vez que la Policía Sandinista informó que inicia un proceso de investigación penal, que sí está establecido en artículo 113 del Código Procesal Penal (CPP), tenían que proceder de conformidad con lo establecido en el artículo 253 de la Ley de Reforma y Adición al Código Procesal Penal.
“Monseñor Rolando, si todo fuera transparente y objetivo, debe ser sometido a una Audiencia especial de tutela de garantías constitucionales, pues la Ley ordena que una vez que la persona detenida sea puesta a la orden del juez dentro del plazo de 48 horas posteriores a su detención, a petición del Ministerio Público se celebrará inmediatamente Audiencia Especial de Tutela de garantías constitucionales, con el fin de solicitar la ampliación del plazo para investigar y se dicte detención judicial”, explica la abogada.
Sin embargo, Molina señala que arbitrariamente y pisoteando una vez más el Estado de Derechos, la Policía subordinada al matrimonio dictatorial ya se adelantó a todo lo establecido en el ordenamiento jurídico al decir que el Obispo estará en casa por cárcel de facto.
Y es que la Policía Sandinista la tarde de este viernes emitió un comunicado anunciando que esa institución abrió un “proceso de investigación” contra varias personas, aunque solo menciona el nombre de Monseñor Rolando Álvarez. Lo acusan de un supuesto complot para promover violencia y atentar contra las autoridades del Estado.
En el mismo comunicado la Policía anuncia que las personas investigadas (Monseñor Álvarez) permanecerán en sus casa. Es decir, de una forma ambigua y sin tener la potestad legal para hacerlo, decretan arresto domiciliario de facto.
Molina explica que legalmente, si se respetara el Estado de Derecho, “la autoridad judicial determinará mediante auto la procedencia de la solicitud y señalará de forma expresa el plazo razonable para la investigación complementaria, el cual no podrá ser menor de quince días ni mayor de noventa días, la autoridad judicial tomará en consideración la gravedad del hecho, la complejidad de la investigación, la pluralidad de afectados, imputados o conductas, cuando la investigación se trate de delitos vinculados al crimen organizado, o se trate de delitos de relevancia social y trascendencia nacional y cualquier otra información o elemento de prueba que ayude a fundamentar la procedencia de la solicitud”. nada de eso se ha hecho, lamenta la jurista.
Dictadura está derrotada y apuesta a la violencia
Por su parte, el analista político y ex diputado en el exilio, Eliseo Núñez, considera que los Ortega-Murillo están tratando de imponer un silencio total en la Iglesia Católica para callar las críticas que los sacerdotes formulan contra las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.
“Ortega está tratando de lograr que la Iglesia se mantenga en silencio total y por ello ataca al obispo más vocal que hay. Muy probablemente está buscando que el obispo se exilie, que se vaya del país por sus propios medios. Aunque no hay que descartar que sea arrestado si el obispo no hace caso al chantaje, quiere obligarlo a que se vaya del país”, expone Núñez.
El analista señala que esa acción de la dictadura traería consigo un impacto enorme en la población nicaragüense y provocaría “un estado de shock entre la feligresía y el clero católico”.
“Esto abonará a acumular la frustración y el enojo contra Ortega que nos está llevando por la vía del conflicto y ha apostado a salir del poder por la peor vía posible, a pesar de que ha habido una voluntad de acero para que la solución se busque por la vía cívica y por la democracia”, analiza el exdiputado.
En tanto la opositora y exrea política también en el exilio Irlanda Jerez opina que la persecución contra la Iglesia es una piedra más en el camino que la dictadura pone en su proceso de construir un estado totalitario.
“Han cerrado todos los espacios democráticos y ahora van contra las voces críticas de la Iglesia y particularmente contra Monseñor Álvarez que ha sido muy contundente en sus homilías denunciando los atropellos del régimen contra la ciudadanía”, afirmó la opositora exiliada.
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Jerez destaca que ante esta escalada represiva “es preocupante el silencio de la más alta jerarquía de la Iglesia” tomando en cuenta que no es un precedente nuevo pues ya un obispo como monseñor Silvio Báez tuvo que irse al exilio para salvaguardar su vida, otros dos sacerdotes han tenido que seguir el mismo camino y hay dos sacerdotes encarcelados.
“Ahora van contra un jerarca de la Iglesia que se ha mantenido muy crítico contra el régimen”.
Monseñor Rolando Álvarez está “secuestrado” en el edificio episcopal de Matagalpa desde la noche del pasado miércoles. Un desproporcionado dispositivo policial, fuertemente armado, mantiene bloqueadas las vías de acceso al lugar y efectivos de las tropas especiales de la Policía bloquearon las puertas y portones de la Curia. Junto al obispo se mantienen 5 sacerdotes más y seis laicos.
Pese al encierro y el asedio policial, los 12 religiosos encabezados por el obispo de Matagalpa no han dejado de alabar a Dios encantadas, oraciones y en una homilía celebrada por el jerarca católico. Álvarez ha declarado que todos están dispuestos al sacrificio “cargando esta cruz” en nombre de Dios y en favor de Nicaragua. “Nos hemos puesto en las manos de Dios y la virgen Santísima” declaró el obispo el viernes.