Silvio Báez: Los pueblos no pueden ser marionetas del poderoso de turno
“Los pueblos no pueden ser marionetas del poderoso de turno” aseguró en su homilía Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la catedral Managua, y aseguró “el pasado siempre condiciona, pero no es una herencia fatídica de la que uno no pueda liberarse. El mal cometido nunca tiene la última palabra”.
Según Báez, un pueblo no puede condicionarse ni perder la esperanza por errores del pasado. “Si la historia pasada estuvo teñida de delitos y maldades, eso no quiere decir que el presente no se pueda construir de un modo diferente. No es decisivo el pasado, ni los pecados cometidos, ni la herencia negativa que la cultura y la sociedad nos hayan podido imponer”.
Según el religioso, ninguna persona ni ningún pueblo está irremediablemente perdido “La historia no está escrita para siempre, no hay determinismos que la condicionan en modo fatalista. Por vergonzosa o dolorosa que sea la historia de un pueblo, siempre es posible transformarla. Lo peor que puede ocurrir a los pueblos es acostumbrarse a situaciones inhumanas que, sin darnos cuenta, se llegan a asumir como normales. Un pueblo no puede resignarse a prolongar indefinidamente su misma historia. Es verdad que el pasado no se puede borrar, pero sí se puede superar y mejorar”.
Báez le recordó a los fieles sobre el doloroso exilio de los israelitas en Babilonia quienes habían perdido la esperanza de soñar una historia diferente y trajo a colación el trabajo del profeta Ezequiel “Los pueblos no pueden ser marionetas del poderoso de turno, ni deben conformarse con repetir una y otra vez los mismos errores del pasado”.
En el exilio de Babilonia hubo momentos en que todo parecía oscuro y que ya no se podía hacer nada, pero por medio del profeta Ezequiel, Dios les prometió soplar sobre ellos un viento de vida para convertirlos en un pueblo vigoroso “A veces el futuro de los pueblos es incierto, hay cansancio, intentos fallidos y decepciones, pero esto no es el final. De hacernos creer esto se encargan los dictadores que pretenden imponer su propio ritmo a la historia. No hay que desanimarse. Dios está de parte de los pueblos sufridos que luchan por liberarse”, expresó en su homilía en la iglesia St.Agatha Catholic Church en Miami, Estados Unidos.
Según Báez, "Dios siempre tiene confianza en los seres humanos a pesar de los pecados personales y sociales que cargamos. Dios cree en nosotros siempre, confía en que somos capaces de construir una nueva historia", concluyó.